Parece que Oscar Montes de Oca ya no quiere seguir en Quintana Roo.
Y es que día a día se acumulan señalamientos en contra de la Fiscalía General del Estado (FGE) por omisiones, fallas y hasta, por investigaciones sesgadas.
Y lo peor, parece que la FGE también se estará convirtiendo en instrumento de poderosos, como en los peores tiempos de la extinta Procuraduría General de Justicia (PGJ).
Y es que resulta increíble que ahora la FGE esté armando procesos contra los niños y jóvenes que presentaron los amparos contra el hotel Riu Riviera Cancún y lograron la suspensión de las obras del depredador proyecto.
La acusación formulada por el cadena hotelera es que en los amparos fue empleada “información falsa”, por lo que FGE -“muy celosa de su deber”- abrió una investigación por “corrupción de menores”.
Pero, además la FGE no tiene vela en el entierro pues, en dado caso, se trataría de un asunto F-E-D-E-R-A-L.
La FGE no ha podido con los femicidios de Cancún y Chetumal y desapariciones en Costa Mujeres, pero ahora se pone a hacerle la “chamba” a los abogados del Riu.