Agencias
CANCUN.- De repente todo se descontroló, y amenaza con descarrilar al Tren Maya en medio del incremento en su costo y una desmedida opacidad, pues hoy hace exactamente un mes se dejó de entregar el reporte semanal, de los que serían 157 y que al lunes 17 de enero se detuvo en la Semana 62.
Los constantes cambios al proyecto provocaron que la obra tenga ya un sobrecosto de al menos 43 por ciento respecto a la estimación inicial… y la cuenta sigue aumentando.
En octubre de 2021, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) reportó al Senado que el costo inicial era de 140 mil millones de pesos, pero que ya había subido a 200 mil; además, que la obra no iba a tirar “ni un árbol”, pero los trabajos obligaron a talar miles, próximos a áreas urbanas.
En el caso más reciente, se talaron al menos 22 mil árboles del camellón de la Carretera 307, a la altura de Playa del Carmen, donde se habían comenzado a construir columnas para la obra, que al final no sirvieron de nada y que dejan un sabor a boca de que se trató de un capricho “de alguien”.
Los principales costos asociados a la ejecución del proyecto corresponden a la “superestructura de vía”, así como a la adquisición de sistemas de telecomunicaciones, material rodante (locomotoras y carros de pasajeros) y construcción de estaciones.
De último momento se suspendieron las obras a la altura de Playa del Carmen debido a que el tren ya no pasará por la mancha urbana, sino a ras de tierra en trazo por definir; tampoco se construirá un viaducto elevado panorámico a la altura de la Riviera Maya.
El proyecto inicial contemplaba 15 estaciones, pero a la fecha ya suma 21. La construcción del Tren Maya ha sobrepasado el presupuesto previsto, a pesar de que se han hecho modificaciones para reducir costos y tiempo de ejecución para que el proyecto esté terminado a finales de 2023.
“Los indicadores muestran que el proyecto es socialmente rentable, pues el valor presente de los beneficios derivados del proyecto supera los costos de inversión, operación y mantenimiento del mismo”, indica el “Análisis Costo-Beneficio del Tren Maya”.
Aunque concluyó su factibilidad y rentabilidad, ese estudio elaborado por el gobierno federal detectó desde el principio riesgos asociados al proyecto, como no poder adquirir la propiedad de terrenos donde no hay vía, aparición de fallas geológicas y hasta disputas entre constructores.
Y hasta ahora no hay nada concreto para corregir el rumbo.
Con información de Red Informativa del Sureste (RIS)