Francisco Javier Robles / NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- Doña Yolanda, finalmente pudo visitar a sus familiares en el Panteón Municipal, de avenida José López Portillo, después de dos años de no acudir al cementerio por permanecer cerrado por la contingencia sanitaria.
Nos platicó que tiene cuatro motivos importantes para regresar en celebraciones de “Fieles Difuntos”, pues en un mismo mausoleo tiene a su hija Lisvey; a su madre, doña Concepción; a su suegra, doña Teresa y a su nieto, Gustavo, que falleció a los seis meses de vida.
“Yo siempre vengo a verlos, pero se cerró y ya no pudimos; ahora vamos a venir el uno y dos de noviembre, para estar con ellos”, comentó, mientras raspaba la tumba, a la espera de que su esposo llegara con la pintura para darle “una manita de gato”.
Explicó que en Día de Muertos “traemos comida, pan, chocolate, ponemos veladoras, hacemos rezos con toda la familia; yo y mis hermanos nunca olvidamos a mi madre que tiene 20 años que falleció”.
Mientras barría los alrededores, Yolanda lamentó que “hay mucha gente que viene a tirar porquerías, a matar pollos para hacer brujería; allá hay una tumba a la que le sacaron los restos, y no hay quién lo vea”.
Antes de despedirla para dejarla continuar con sus actividades, pidió que “ojalá que vengan todos a ver a sus familiares, porque veo que hay muchos abandonados. ¡Que no se olviden de sus familiares, que vengan a limpiar!”