Francisco Javier Robles/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- La señora Cecilia vivió una auténtica pesadilla el sábado 22 de enero a manos de su ex pareja y padre de sus hijos, cuando el chatarrero de nombre Rogelio no solo la privó de su libertad sino que abuso de ella y hasta intentó asesinarla.
Desde antes de este hecho, ella interpuso una denuncia por violencia familiar ante el Instituto Municipal de la Mujer (IMM), pero dice que nunca le tomaron importancia a su caso.
Ahora mejor se decidió por una denuncia ante la Fiscalía del Estado por intento de feminicidio, violación y privación ilegal de la libertad en contra de su ex pareja de nombre Rogelio.
Y ante la situación se vio obligada a abandonar su casa y llevarse a sus hijos, “porque temo que el señor llegue y me remate”.
Sin embargo tras finalizar su la relación marital, hace 4 meses, (precisamente por sufrir de violencia familiar), dice que el sujeto la llevó, bajo engaños, hasta una choza ubicada en unas brechas cercanas a la carretera Gas Auto. Era cerca del mediodía cuando la introdujo en motocicleta hasta ese sitio lleno de maleza.
“Llegamos a un monte, no había ni un alma, y lo primero que veo es un choza forrada con nailon negro, con una lona azul, un colchón, unas maletas, y un machete”.
“Me agarra, me avienta, y me dijo ‘ahora sí te cargó la v…’; agarró el machete, me metió una cachetada, me tiró al colchón… Estaba muy asustada”.
“Me dijo ‘atrás del colchón hay algo, agárralo´, era una cadena y unos candados, y me dijo ‘póntela o te lleva la v…’, me estuvo amenazando con picarme la panza con el machete, por lo que yo accedí, me puse la cadena”.
El tipo le reclamó porque no quiere regresar con él, “y por eso te va a llevar la v…, porque tú ya no me quieres; si quiero te descuartizo, te hago pedacitos y te dejo aquí tirada, nadie va a buscarte”, le advirtió.
Se le subió encima -relató la víctima- y comenzó a golpearla en todo el cuerpo, la tomó por el cuello, y con la palma del machete le pegó en la cabeza, “yo sabía que no iba a salir vida de ahí, porque como estaba encadenada no podía hacer nada”.
Posteriormente, le dijo que iban a hacer el amor, le desgarró las vestimentas y, según ella, el sujeto la violó con lujo de violencia, “me dijo que tenía varios días planeando esto, que había platicado con el Diablo, me penetró, me violó”.
La mujer, de oficio tianguista, explicó que después su victimario le quitó los candados, quemó el colchón y todas las evidencias, y se fueron a buscar comida por el rumbo de la desaparecida Plaza 21, salida a Mérida, momento que ella aprovechó para pedir ayuda en un puesto de pollos, y él escapó en su moto con rumbo desconocido.
Este es solo un ejemplo de la violencia que padecen mujeres en Cancún, dónde la autoridad divulga sus programas de apoyo psicológico y jurídico, pero cuando las víctimas hacen su denuncia, prácticamente las pasa de largo.