Que la separación del gobernador, Carlos Joaquín, y el hoy jefe del gabinete, Juan de la Luz Enríquez Kanfachi no fue tan tersa como se podría suponer.
El llamado “Señor de la Oscuridad”, como le dicen sus detractares, se tuvo que separar del cargo y del Gobierno estatal por motivos de salud, lo cual es cierto.
Pero que la relación de Enríquez Kanfachi y Carlos Joaquín era cada vez más tensa y había momentos en que el Jefe del Gabinete imponían sus criterios sobre los del Gobernador.
Sin embargo, la salida de Juan de la Luz no implica necesariamente buenas noticias.
El número 2 era en realidad, como el número1 y su salida ha implicado vacío de poder.
Juan Carlos Pereyra, como jefe del Gabinete no da el ancho y menos tiene autoridad moral como para que de órdenes a los secretarios.
Hasta se podría decir, que la salida de Juan de la Luz ha implicado un “cierre” anticipado de la administración estatal.
Y ahora, lo que queda para Carlos Joaquín es sus planes de sucesión, funcionen.