
Ayer debió de presentar su renuncia al PRI, la diputada local, Judith Villanueva, que fue parte del círculo rojo del “felixismo-borgismo”.
La salida de la legisladora del tricolor, se ha vuelto todo un melodrama, no sólo en el PRI, sino hasta en los pasillos de la “22 de enero”.
La cosa llegó a tal extremo, que mismísimo “Alito”, sí, el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, habló con Judith, así como con Candy Ayuso y José Alberto Alonso, presidente y secretaría general del comité estatal del tricolor.
La instrucción fue clara para los dirigentes estatales priistas: que Judith se quedé.
Pero, la diputada, también se ha quejado de hostigamiento y de hasta de violencia política de género.
El melodrama está cada vez más intenso.