Finalmente, Reya Durán terminó por irse de Morena.
Lo hizo, por partes. Primero abandonó el grupo parlamentario de Morena y finalmente renunció al partido.
Los enterados señalan que Reyna “ya no se hallaba” en Morena.
Tras ser coordinadora del grupo parlamentario de Morena y presidenta de la Jugocopo, pasó a ser una más de los diputadas y diputados y una más de las militantes de Morena.
Ya ni la llamaron a la mesa de las “decisiones importantes” de Morena de cara al proceso electoral.
Y mejor optó por darle la vuelta a la página.
Pero, también trató de sumarse la bancada la PAN, pero, de plano, le dieron las gracias. Que “servía” mejor al Gobierno estatal desde su curul en Morena.
Y en su segunda carta dimitoria, Reyna incurre en dos impresiones al señalar que renuncia a 10 años de militancia, tras ser fundadora del partido.
Morena no tiene 10 años y tampoco se le ubica a ella entre las fundadoras y fundadores del partido.