La peor “inversión” que realizó el PAN en todo el Pais en el actual ciclo electoral fue la que hizo con Carlos Joaquín González.
El actual gobernador de Quintana Roo fue postulado por el PAN-PRD. En su campaña vinieron distinguidos panistas, incluido el entonces presidente nacional, Ricardo Anaya.
Tras mantenerse en filiación partidaria “ambigua”, desde hace unos meses, Carlos Joaquín forma parte de la Asociación de Gobernadores de Acción Nacional (GOAN) y a no haber un cambio de última hora sigue formando del PAN.
Pero, en los cuatro años de gobierno de Carlos Joaquín los dividendos han sido mínimos, casi nulos, para Acción Nacional.
En la elección de 2016, en la que exalcalde playense ganó la gubernatura, la alianza PAN-PRD se llevó las presidencias municipales de Playa del Carmen, Chetumal y Cozumel. Pero fue debut y despedida.
Tres años después, en los comicios concurrentes de 2018, perdió esos tres municipios y, por si fuera poco, no ganó una sola diputación federal de mayoría. Casi de reintegro, le tocó la senaduría de primera minoría.
En 2019, perdió la mayoría del Congreso del estado y de 15 distritos, apenas ganó tres (en sociedad con el PRD).
Para 2021, en las que habrá elección de ayuntamientos y Congreso federal, las perspectivas no son la mejores. Es casi imposible que gane Cancún (donde ha perdido en las tres ocasiones anteriores, incluido en 2016), mientras que en Playa del Carmen, donde tendría cierta posibilidad “gracias” a la actual alcaldesa morenista Laura Beristain, al PAN se le ha complicado el panorama por divisiones internas propiciadas desde la “22 de Enero”.
Y, como van las cosas, ya se ve un próximo gobernador o gobernadora morenista en Quintana Roo.