
Todo parece indicar que el “Semáforo Sandía” del Gobierno estatal no está funcionando.
Y es que es voz popular que la “22 de Enero” tiene su propio Semáforo, que es de “colores sandía”: verde para los turistas y rojo para los “locales”.
Pero, en realidad la estrategia de “chiflar y comer pinole” que se ha aplicado en Quintana Roo frente a la pandemia, no da resultados
Ahora, ha estallado en Puebla otro escándalo por contagios de COVID-19 en Quintana Roo.
El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa lazo la alerta luego que se detectaron contagios en un grupo de 500 estudiantes de esa entidad que viajaron a Cancún como “fiesta de graduación”.
Algo similar, ocurrió hace algunos meses, con estudiantes argentinos.
La “estrategia”, si así se le puede llamar a las medidas que se han aplicado en Quintana Roo, falló.
Y esta fallida “estrategia” está “pegando” a los que “mas duele”, que no es precisamente la salud de los quintanarroenses; sino la “imagen del destino”.