Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.- Desde la extradición de Rubén Oseguera, “El Menchito”, en febrero pasado y el aseguramiento de más de mil 900 cuentas bancarias el 3 de junio, los organismos de inteligencia del gobierno federal comenzaron a recibir información sobre los actos de venganza que organizaba el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Se identificó que pretendían atacar a integrantes del Poder Judicial de la Federación, al canciller Marcelo Ebrard, al titular de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo Montaño, y a Santiago Nieto Castillo, quien está al frente de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).
Funcionarios que participan en el gabinete de seguridad dijeron que en el caso de Omar García Harfuch las autoridades lo llegaron a considerar como uno de los blancos, luego de que interceptaran una llamada en la cual se le identificaba como el hijo de la artista.
Además de alertar a los C-5, se reforzó la seguridad de esos funcionarios y del titular de la UIF; en el caso de García Harfuch, la rápida respuesta de la policía capitalina permitió que se detuviera a los primeros involucrados en el atentado.
El viernes, Durazo reconoció que el gobierno federal tuvo conocimiento de las amenazas, aunque no se refirió directamente al CJNG: Hace una semana se registró una eventual amenaza a algunos funcionarios de seguridad pública.
En tanto, Samuel González, quien fue titular de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada en la extinta Procuraduría General de la República y que ahora es consultor en seguridad, dijo que a García Harfuch no sólo lo salvó el nivel de blindaje de la camioneta, sino que el C-5 demostró su eficacia al detectar los movimientos que realizaron los agresores y llegar en un minuto los policías, ya que por eso se detuvo a 12 integrantes del grupo, dar seguimiento a través de las cámaras de seguridad a la camioneta en que huyeron a Tláhuac otros y detectar un automóvil más que sirvió a dos participantes, que fueron aprehendidos en Atlacomulco por autoridades mexiquenses.
Con información de La Jornada