Otro frente complicado para el cuatroteísmo caribeño es el PT.
Los de la estrella amarilla ya hicieron su pliego de negociaciones. Por lo menos quieren una senaduría, una diputación federal, dos presidencias municipales y tres diputaciones locales.
Pero, es en las candidaturas a la presidencias municipales en donde se puede complicar la cohesión de la 4T-QR.
En Tulum, el secretario del Ayuntamiento, Jorge Portilla, se siente con merecimientos para ser el abanderado de la alianza cuatroteísta, y si no, pues irse sólo.
Algo así ocurre en Bacalar, en la que la posible imposición de José Alfredo “Chepe” Contreras se vuelve cada menos transitable. En el décimo municipio, el PT también tiene argumentos para romper. En esta demarcación, ya alzó la mano la síndica Vanessa Piña para ser la abanderada petista.
En ambos nuncios, petetistas advierten un escenario como en Coahuila en 2023. Es decir, que el PRIAN terminaría siendo el principal beneficiado.
Pero, también está el riesgo de acuerdos bajo la mesa con las dirigencias nacional y/o estatal del PT. Aunque, tampoco sería una salida conveniente para la 4T-QR.