Francisco Javier Robles / NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- Monseñor Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, obispo de la Diócesis Cancún-Chetumal, consideró que los cientos de migrantes que están llegando a Quintana Roo son ignorados en todos los aspectos por las autoridades de los tres niveles, “pues hacen como si no existieran”.
“Nos hace mucho ‘ruido’ que los gobiernos no tomen cartas en el asunto, no los están atendiendo; para el gobierno es muy fácil decir que son ilegales, pero antes que ilegales, son seres humanos, son hijos de Dios”.
Explicó que, dentro de sus posibilidades, la Iglesia Católica les está proporcionando medicamentos, alimentos, colchonetas, y otros enseres, pero no les pueden ofrecer refugio temporal por no contar con instalaciones disponibles.
Elizondo Cárdenas reveló que siguen llegado oleadas -haitianos, principalmente- a las parroquias y a la Ciudad de la Alegría, “donde son atendidos hasta donde se puede”.
“Estamos considerando crear la Casa del Migrante, estamos viendo dónde, pero ahorita no podemos albergarlos porque nuestras instalaciones son ocupadas a diario, además no los podemos juntar con los niños, enfermos, ancianos, señoritas, sería un riesgo”.
Por otro lado, el jerarca eclesiástico aseguró que no han recibido recomendaciones por parte de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), ya que han mantenido los aforos y protocolos observados en los templos desde que les permitieron reabrirlos, los cuales en su mayoría son espacios abiertos.
Respecto a la inseguridad y violencia que vive el estado, guarda la esperanza -dijo- de que disminuyan con el arribo de los elementos de la Guardia Nacional, aunque lo ve muy difícil.
“Sí se puede, porque otros países lo han hecho, como Colombia y EEUU; es voluntad política y ahí es donde ojalá se pongan las pilas nuestras autoridades y no quiten el dedo del renglón y encuentren la manera de proteger a la población”.