La presidente estatal de Morena, Johana Acosta, puso el dedo en la llaga al deslizar que el partido no necesita del PVEM para las elecciones de 2024.
Y no es que sólo no requiere de los votos verdes, sino que además este partido se ha vuelto un aliado cada vez más incómodo para Morena-QR.
Se entiende que esta alianza se amarró desde Palacio Nacional a partir de los 32 votos del PVEM en la Cámara de Diputados (federal).
Al presidente, Andrés Manuel López Obrador sí le hacen faltan los diputados verdes para afianzar su mayoría en el Congreso del estado, pero para Morena QR no requieren al Verde para ganar elecciones.
Si bien, los pasados comicios locales, el PVEM obtuvo algo así como el 20 por ciento de la votación efectiva, la mayoría en realidad son votos “petardos” que genuinamente son morenistas, pero por una rara operación al interior de la alianza se volvieron verdes.
Pero, en realidad, el PVEM no brilla con luz propia en Quintana Roo y algunos de sus liderazgos, llegan al extremo de ocultar su militancia y usan chalecos, casacas y/o gorras guindas cuando se dan baños de pueblo.
También esta alianza con el PVEM ya provocó un sismo al interior de Morena, el cual se ha pretendido minimizar. Militantes rechazan esta alianza y han sido marginados. Pero se trata de morenistas fundadores. Esta exclusión deslegitima por completo al partido en la entidad.
En cambio, militantes verdes van de escándalo en escándalo, y lejos por destarcar por su trabajo, figuran por temas, pocos honorables, como tráfico de influencias.
Y el saldo, es que el Verde se ha vuelto una carga para Morena en QR.