LOUISVILLE.- Dos policías fueron heridos de bala y un sospechoso está en custodia en la ciudad estadounidense de Louisville, donde este miércoles estalló una manifestación antirracista ligada a la muerte en marzo de la ciudadana afroamericana Breonna Taylor.
Dos agentes de policía resultaron heridos de bala, dijo en rueda de prensa el jefe interino de la policía de Louisville, Robert Schroeder. Las heridas “no amenazan sus vidas”, añadió.
“Tenemos un sospechoso en custodia”, agregó.
Las autoridades, que llamaron a la población a la calma, declararon el estado de emergencia e instauraron el toque de queda a partir de las 21H00 locales (01H00 GMT del jueves).
Miles de personas salieron a las calles de esta ciudad en el estado de Kentucky luego de que la justicia se limitó a inculpar, y de manera indirecta, a solo uno de los policías involucrados en el tiroteo que causó la muerte de Taylor, una enfermera afroamericana de 26 años cuyo nombre se ha convertido en emblema del movimiento Black Lives Matter.
Un importante dispositivo policial había sido desplegado en esta localidad de 600.000 habitantes y varias personas fueron detenidas en la tarde. Algunos comercios en el centro protegieron sus fachadas ante el temor de una ola de violencia desencadenada por la decisión.
Manifestantes también han salido a las calles de Washington y Nueva York.
Un gran jurado ha imputado al ex agente Brett Hankison por imprudencia temeraria en primer grado en relación con la muerte a tiros de Taylor, mientras que otros dos policías –John Mattingly y Miles Cosgrove– no han sido acusados.
Un agente de policía habla a la prensa durante las manifestaciones por la muerte de Breonna Taylor.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, ha desplegado a un contingente “limitado” de la Guardia Nacional en Louisville, donde ya se han registrado los primeros choques entre Policía y manifestantes, según ha informado la cadena de televisión CNN. Asimismo, se ha destinado un grupo de agentes de la Policía de Kentucky a Louisville con el objetivo de que asistan a la Policía local.
En este sentido, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado que tiene previsto hablar con Beshear y ha reconocido como “una cosa buena” que haya desplegado a la Guardia Nacional. “Entiendo que la haya llamado, lo que es una cosa buena”, ha dicho en rueda de prensa, añadiendo que “funcionará”.
MÁS INVESTIGACIONES
Por su parte, el alcalde de Louisville, Greg Ficher, ha recordado que la Policía Federal de Estados Unidos (FBI) todavía está llevando a cabo una investigación que el Departamento de Justicia revisará para determinar si se violaron las leyes federales, incluidas violaciones de los derechos civiles.
Según Ficher, el Departamento de Policía de Louisville también realiza otra investigación para determinar si “los agentes involucrados en el caso violaron las políticas y procedimientos”, que, a su juicio, tienen que cambiar “porque Breonna Taylor aún debería estar viva”.
Manifestantes y activistas han tildado de insuficiente e injusta la imputación de Hankison por la muerte de Breonna Taylor, que ha causado gran insatisfacción.
Hankison fue despedido tras la muerte de Taylor después de que la Policía afirmara que el agente había violado los protocolos de procedimiento y que sus acciones “mostraron una indiferencia extrema por el valor de la vida humana”.
El entonces jefe de la Policía de Louisville, Robert Schroeder, manifestó que el agente “realizó diez disparos sin motivo y a ciegas” en el interior del apartamento de Taylor, una médico de urgencias.
Taylor, de 25 años, murió tiroteada en su propia casa en marzo cuando tres policías vestidos de civil entraron en su domicilio, según las primeras pesquisas, por error, confundiendo a su novio con otra persona, quien pensando que eran intrusos, realizó un disparo de advertencia, desencadenando un tiroteo que acabo con la vida de ella.
Tras la muerte de George Floyd el 25 de mayo a manos de un agente de la Policía de Mineápolis, la tensión racial en Estados Unidos ha vuelto a tomar protagonismo, en especial tras nuevas muertes a manos de policías en las últimas semanas.