A final de cuentas se entiende que Morena tenga acuerdos con el PVEM y que Quintana Roo deba pagar la factura de esta alianza que le da al presidente Andrés Manuel López Obrador mayorías en la Cámara de Diputados y el Senado frente al llamado “frente conservador”.
En otros países, a centristas no les ha quedado más remedio que pactar con la extrema derecha o progresistas con la izquierda radical o hasta con el independentismo. A final de cuentas, la operación aritmética más importante en la democracia es sumar.
Como consecuencia directa de estos acuerdos en Palacio Nacional, en Quintana Roo hay un gobierno bipartito entre Morena y PVEM, aunque los verdes, no hace mucho en Quintana Roo, gobernaron con el PRI, y, dicho sea de paso, con una de la expresiones más corruptas del priismo local, como fue el quinquenio de Roberto Borge.
A Jorge Emilio González Martínez, el “Niño Verde”, le gusta Quintana Roo y ha logrado acuerdos con Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador para hacer política y negocios (aunque más lo segundo que lo primero) en la entidad caribeña.
Pero, una cosa es una cosa y, una cosa es otra cosa.
“Blanqueo” de priistas
El PVEM ha servido también, a “viejos” priistas no sólo para “blanquearse”, sino para formar parte del bipartito Morena-PVEM de Quintana Roo.
Esta lista de impresentables la encabeza Juan Carrillo, que fue alcalde (por obra gracia del Roberto Borge) de Isla Mujeres y ¡¡ dos trienios!! y hasta quiso prorrogar su mandato con Fernando “Chato” Bacelis, que fue su director de Obras Públicas.
Al naufragar el PRI en Quintana Roo, obvio Juanito y “Chato” abandonaron el barco tricolor y se fueron a la 4T. Carrillo “video” sus dotes de operador a la 4T y se convirtió en diputado del PVEM, mientras que Bacelis tras legar como regidor del Pri, se pasó a Morena.
Pero, sobre Juanito no sólo pesan sus antecedentes políticos.
19 denuncias
Como alcalde de Isla Mujeres dejó una larga estela de casos de corrupción, la cual, hasta ahora, se ha traducido en 19 denuncias en su contra y de varios de sus excolaboradores, incluido “Chato”.
Pero, también dejó una herencia de violencia. En sus trienios crecieron los homicidios, y entre las víctimas, hubo hasta colaboradores del propio Juanito.
Pero, el ex Edil es uno de los principales beneficiados del bipartito Morena-PVEM, y no sólo por tener una curul en la Cámara de Diputados (federal).
Juan Carrillo sigue afianzado de impunidad en las instituciones, ahora bajo el mando de la 4T.
Casos como el de Juanito no se vale borrón y cuenta nueva.
4T no puede ser refugio de impresentables.