Por Gabriel Alcocer
CANCUN.- La designación de mandos militares para dirigir las corporaciones policíacas en Cancún y en Quintana Roo, no ha sido la panacea para frenar la inseguridad y la delincuencia.
Y es que, los resultados que dieron generales, tenientes, coroneles y almirantes al frente de la policía, no fueron los esperados.
Esta situación vuelve a presentarse en Cancún, con la propuesta para nombrar como Secretario Municipal de Seguridad Pública y Tránsito a Rubén Oyarvide Pedrero, capitán de navío, en sustitución de Eduardo Santamaría Chávez, quien fue destituido al día siguiente de la represión a balazos de una manifestación feminista frente al Palacio Municipal.
En la historia de la Policía de Cancún ya han estado otros marinos como titulares y destaca la gestión del extinto Gerardo Olavarrieta León, almirante de la Armada de México, quien fungió como Secretario de Seguridad Pública, Tránsito y Bomberos, entre los años 2004 y 2005, el interinato del hoy empresario Carlos Canabal.
En ese entonces hubo muchos conflictos internos en la corporación y hasta los policías realizaron un paro laboral.
Con Roberto Borge como gobernador, llegó en medio de una gran expectiva al frente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado, el general retirado Bibiano Villa Castillo, procdente de Toerrón, donde fue jefe de la Policía Municipal.
En su primer día como titular de la SSP, el controvertido personaje, quien asumió su cargo bajo amenazas de muerte del crimen organizado, se negó a firmar el acta de entrega-recepción con el argumento de que encontró “un “cochinero” en la corporación, que antes de él encabezó el almirante Miguel Ángel Ramos Leal. Pero, casi tres años salió por “la puerta de atrás” en medio de señalamientos de corrupción y abuso de poder.
Otro de los mandos con formación naval que estuvo al frente de la Policía de Cancún fue el vicealmirante, Miguel Ángel Ramos Leal, quien recibió esa encomienda en el mes de mayo de 2007 y posteriormente, en septiembre de 2009, ocupó la titularidad de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública, en lugar de Salvador Rocha Vargas.
En agosto de 2017, el entonces alcalde, Remberto Estrada, del PVEM, nombró a Darwin Puc Acosta, como titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito del Ayuntamiento de Benito Juárez, que fue enviado por autoridades federales y estatales, pero que significó un enfrentamiento entre el Edil y el gobernador, Carlos Joaquín.
El general retirado, Urbano Pérez Bañuelos forma parte también de la lista de altos mandos militares que estuvo al frente de la Secretaría Municipal de Seguridad Pública, cargo que recibió en junio de 2009, cuando contaba con 70 años de edad. Su gestión se caracterizó por un trato prepotente hacia sus elementos y una relación ríspida y de puertas cerradas con los medios de comunicación.
En esa misma época, el general, Miguel Ángel Quintana Morales tuvo una gestión polémica al frente de la Policía de Cancún y se le cuestionó por el uso de un helicóptero, el cual se desplomó durante un extraño sobrevuelo en una zona selvática, cuando él iba a bordo y tuvo que ser cargado por sus elementos por varios kilómetros para llevarlo a un lugar seguro.
Otro general, Mauro Enrique Tello Quiñones, fue ejecutado en febrero de 2009, cuando fungía como asesor en materia de seguridad para el municipio de Benito Juárez y aparentemente estaba programado su próximo nombramiento como jefe de la policía.
En ese entonces fungía un ex militar como secretario de Seguridad Pública, Francisco Velasco Delgado, conocido como “El Vikingo”, quien fue detenido como sospechoso de participar en ese crimen.