Por Javier Chumacero/NOTICARIBE PENINSULAR
PLAYA DEL CARMEN. – Lágrimas en los ojos, miradas con desesperanza y hasta disputas internas, provocó el incendio ocurrido la madrugada de ayer en el asentamiento irregular “Las Torres de la Paz”.
A 10 kilómetros de la playa y el mar, en este predio propiedad de la CFE, el día después de la tragedia se vive haciendo llamadas telefónicas para pedir ropa y comida, “porque lo perdimos todo. No tengo que ponerme. Ayúdame por favor”, pide una señora a una amiga.
Aún sale humo y fuego de este siniestro, que empezó con la quema de basura que no fue controlada minutos después de las una y media de la mañana. Personal del H. Cuerpo de Bomberos acudió tres horas después según la versión de los afectados.
“Yo tenía mi puesto de pozol y no tengo ya maíz”, dice con voz entrecortada Albina Gómez con varios años de vivir en este lugar. Llega la primera ayuda con algunos alimentos y se desata alguna diferencia para decidir los beneficiarios.
Eran seis cuartos en los que dormían varias familias. También llega madera para reconstruir las habitaciones. Poco a poco surge la ayuda de personas solidarias. Una niña corre tras de un camión repartidor de huevos. Tiene hambre.