Matilde Zamora/NOTICARIBE PENINSULAR
CHETUMAL.- La Secretaria de Salud de Quintana Roo inició el desmantelamiento del Centro de Atención Temporal (CAT) a enfermos de COVID-19, instalada a un costado del Hospital Oncológico de Chetumal. A pesar de que la entidad vive la cuarta ola de la pandemia, con picos de hasta 900 y 800 nuevos contagios en 24 horas.
De manera sigilosa, trabajando día y noche, la empresa vinculada a José Luis Brizuela, conocido con el alias de “El Venezolano”, la Constructora Liafer inició el desmantelamiento de la “Carpa” en Chetumal.
Contrario a las declaraciones del Sub Secretario de Salud Estatal, Luis Ángel Blanco quién aseguró que las denuncias en redes sociales eran “falsas y que la infraestructura está”.
A puerta cerrada y en la oscuridad de la noche, trabajadores han removido paredes, techo y plafones, como se pudo ver en un video obtenido por este espacio informativo.
Del mobiliario y equipo médico “se desconoce el paradero”, pues al interior del recinto solo se pudo encontrar plafones en el suelo, polvo, personas retirando paredes divisoras de “tabla-roca” a puerta cerrada.
No hay camas, ni ventiladores, ni aparatos médicos.
El desmantelamiento de una de los cuatro CAT COVID-19, ocurre en medio de la cuarta ola de contagios, que inició desde la última semana de diciembre de 2021, y qué en cifras de los Servicios Estatales de Salud (Sesa) ha registrado los picos más altos de la pandemia.
El 31 de diciembre la entidad reportó 927 contagios, y en enero con días de 800, 700 y 600 nuevos enfermos.
Aunque el Gobierno del Estado, asegura que la variante Ómicron no tiene la misma letalidad de COVID-19, que la ocupación hospitalaria y defunciones no han “aumentado”, expertos han advertido que el sistema de salud puede estar en riesgo ante la demanda de los servicios en las unidades de atención a enfermedades respiratorias.
A partir del 1 de enero hospitales públicos y privados; así como laboratorios, y módulos de pruebas rápidas han reportado “largas filas” por el incremento de contagios.
Lo que derivó que la entidad retrocediera en el Semáforo de Riesgo Epidemiológico, y de estar en “verde” pasó al color “amarillo” a partir de este lunes 10 de enero.
EL OSCURO Y MILLONARIO ARRENDAMIENTO DE LAS “CARPAS”
El Centro de Atención a enfermos COVID-19, fue parte de la reconvención de hospitales que el estado realizó para “hacer frente a la pandemia”. Sin embargo desde el inició la adjudicación directa de los contratos a la Constructora Liafer generó múltiples señalamientos de fraude y corrupción, incluso fue exhibida desde Palacio Nacional, durante una conferencia de prensa del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Debido a que la Secretaría Estatal de Salud, a cargo de Alejandra Aguirre Crespo, pagó al “El Venezolano”, mediante la esposa de este, Vanessa Lizeth Vargas Flores los contratos por adjudicación directa SESA-DA-AD-050-2021 y SES-COVID-023-2020, un monto total de 245 millones 852 mil 774.6 pesos en dos años.
Aunque su empresa no tenía “capacidad” para brindar los servicios.
Este fin de semana aparentemente al concluir los contratos, el Centro COVID-19 del hospital oncológico de Chetumal es “removido”.
Hasta el momento se desconoce si las otras tres carpas instaladas en Cancún, se encuentran en las mismas condiciones, aunque ese municipio reporta la mayor cifra de contagios.