Por: Jorge A. Martínez Lugo
CANCÚN.- En su discurso de toma de posesión, la gobernadora constitucional de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, reconoció el agotamiento del modelo turístico. Hoy, Día Mundial del Turismo, retomamos esa histórica referencia en el discurso.
Nunca algún gobernador había expresado que es necesario replantear el turismo para que la riqueza que genera sea compartida.
El turismo en la transición a la 4T, saltó a la agenda, desde la visita sorpresa que hizo a España, el 23 de julio, la entonces gobernadora electa, Mara Lezama, para reunirse con los barones de los mega consorcios españoles.
En el caso de Quintana Roo, la pregunta obligada, es ¿y el turismo, cuando? ¿Seguirán CROC, CTM, sindicatos blancos, contratos de protección? ¿Va a llegar la reforma laboral al turismo?
¿CÓMO LLEGARÁ LA 4T AL TURISMO?
Los trabajadores del turismo en México tienen salarios y prestaciones muy por debajo de los polos con los que compite. Es común decir: hay precarización salarial, el turismo genera pobreza en su entorno.
Ya hemos dicho en esta columna, que en España un trabajador promedio gana entre 45 mil y 60 mil pesos y sus similares en Quintana Roo, apenas entre 9 y 10 mil pesos. Estos son datos oficiales, del Inegi en México y Exceltur en España. Además, los trabajadores del turismo en Quintana Roo, son los que mejor ganan en todo México, imagínense cómo estará Acapulco, por ejemplo.
Estamos hablando de los trabajadores de las mismas firmas en España y México, como son los casos de Barceló, Meliá, Iberostar, entre muchas otras.
ZONA HOTELERA EN QUINTANA ROO, SALARIO PROMEDIO: 5 MIL 400 PESOS MENSUALES
Con datos de las recientes ferias de empleo en Quintana Roo, los salarios que se ofrecen son aún más bajos que los del Inegi: 5 mil 400 pesos mensuales en promedio.
Un steward, gana entre 4,400 y 5,400; un camarista, entre 4,251 y 6 mil pesos; un auxiliar de limpieza entre 4 mil y 7 mil.
Las diferencias entre salarios de alto nivel gerencial y directivo, también son muy contrastantes entre México y España. ¿No les da vergüenza? Usted tiene la última palabra. Continuará.