Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN. – La mafia inmobiliaria yucateca ha vuelto a incursionar a Quintana Roo, esta vez en Tulum, uno de los municipios más codiciados por timadores y despojadores en la entidad caribeña.
El modus operandi no sólo incluye “inversionistas” yucatecos, sino también a notarios públicos del vecino estado, aunque, claro, con la complicidad de autoridades locales, en este caso de las direcciones municipales de Desarrollo Urbano y Catastro de Tulum y la delegación regional del Registro Público de la Propiedad y el Comercio de Gobierno del estado.
Pero, además, esta secuencia de triquiñuelas incluye episodios macabros y absurdos como notarios que se realizaron protocolizaciones después de haber muerto o retirado, además del uso de firmas y sellos falsos.
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Y, la historia tiene un comienzo ya muy recurrente: una persona de la tercera edad, que de repente se da cuenta que un terreno suyo ya dejó de serlo, pero que además los “nuevos dueños” lo lotificaron y la revendieron.
El predio usurpado, denominado San Arturo es de Cayetano Nieto Colín, de 77 años de edad, y se ubica entre Tulum y Cobá, la zona de mayor explosión inmobiliaria de Quintana Roo y tiene una extensión de 179 hectáreas, de los cuales 900 metros colindan con la carretera.
De hecho, se ubica solo a 30 kilómetros de Tulum, y se podría decir que forma parte de los suburbios de esta ciudad, cuyo creciente se ha desbordado.
Cayetano Nieto Colin, relata su abogado Javier Tun, compró el 19 de mayo de 1995, el terreno de 146-72-00 hectáreas Felipe Mazún y Uitzil.
Pero, casi 30 años después, Cayetano, recibió tremenda sorpresa, cuando acudió a regularizar la situación tributaria del lote ante ayuntamiento de Tulum. A efecto de proceder a la venta de su propiedad.
El terreno ya no era suyo, ya no estaba a su nombre, según los registros catastrales de la comuna tulumnense.
Apoderado
Y de ser dueño de un terreno de alta de plusvalía, Cayetano se convitió en víctima y en el protagonista principal de un entramado fraudulento.
De esta forma, apareció el primero de los victimario de Cayetano Nieto Colin: Martín Adonay Sosa Cardeña de origen yucateco.
Este sujeto, Martín Adonay Sosa Cardeña, obtuvo, mediante argucias, el 8 de junio de 2005, el poder de actos de dominio sobre el predio San Arturo, lo cual fue protocolizado por el notario público 8 Fernando Agustín Cuevas Pérez, de Chetumal, con numero de escritura 15,215.
Como apoderado de Cayetano, Nieto, Martin Adonay Sosa Cardeña cedió el predio mediante un contrato privado el predio de San Arturo al yucateco, Jose Julián Cetina Burgos.
Este contrato fue ratificado, según documentos, el mismo 15 de enero de 2016 ante el notario público 16, Juan Ignacio Hernández Ornelas.
Notarios yucatecos
Pero, casi seis años después, el 16 de mayo de 2022, Martin Adonay Sosa Cárdenas y José Julián Cetina Burgos formalizaron la protocolización del contrato de compraventa ante el notario José Enrique Gutiérrez Burgos, notario público 87, pero de Yucatán, con sede en Progreso.
Y un mes y medio después, el 1 de julio de 2022, Cetina Burgos realiza la subdivididos delo rancho San Arturo en siete lotes ante el notario 79 Anastasio Jose Manzanilla Torres, tambien de Yucatán, pero con sede en Mérida.
Aunque, de esta subdivisión, el predio se redujo de 179 a 148 hectáreas.
Lotificado
De esta manera, “San Arturo” quedo dividido en siete lotes:
Lote 1,vendido al Grupo Ferram, cuyos accionistas son los yucatecos Andrés Millet González, Roberto Fitzmaurice Lubke y Roger Alberto Evia González.
Lote vendido al tizimileño Edgardo Alberto Diaz Aguilar, ex tesorero del ayuntamiento de Tulum y actual asesor del alcalde, Diego Castañón, Roger Alberto Evia González y Andrés Oramas Rodríguez.
Lote 3, vendido a Dennis Alaín Jiménez Santos, Roger Evia González y Andrés Oramas Rodríguez.
Lote 4, vendido a Sandra Irene Ceniceros González
Lotes 5, vendido a Yamileth Espinoza Ponce
Lote 6, tambien vendido a Yamileth Espinoza Ponce.
Un séptimo lote fue “reservado” a área de “amortiguamiento”.
Ayuntamiento de Tulum
Pero, esta operación, también a funcionarios de la Comuna de Tulum.
En tan solo 14 días, precisó el abogado Javier Tun, se llevó a cabo la subdivisión por parte del director de Catastro, Raziel Ek Cruz y el director de Desarrollo Urbano, Lorenzo Miranda.
Y un mes después, el 24 de agosto de 2022, fue inscrito la división del rancho San Arturo ante el Registro Público de la Propiedad del Comercio, en delegación de Playa del Carmen, a solicitud del del notario medidas Manzanilla Torres.
Escrituras falsas
Pero siguieron apareciendo más irregularidades.
La escritura 15,215 del notario 8 de Chetumal, de la cual aparte el serial de falsificación de documentos y ventas y subdivisiones irregulares, nunca existió.
La dirección General de Notarias informo que la última escrituras del notario 8 de Quintana Roo, Fernando Cuevas, ya fallecido, fue la 15,030.
También destaca el hehco de que Hernández Ornelas, que supuestamente protocolizó la venta del predio entre Sosa Carenas y Nieto Colín en 2016, renunció a la notaría el 3 de noviembre de 2008.
El 8 de diciembre de 2022, Cayetano Colín, a través de sus apoderado, Javier Tun Jiménez, interpuso la denuncia ante la Fiscalía General del Estrado.
Y Cayetano Nieto Colín por seguridad, abandonó Tulum, tras múltiples amenazas.