Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.- El gobierno federal dio las llaves del consulado de Estambul a la periodista Isabel Arvide Limón, una asidua asistente a las conferencias matutinas quien el pasado 9 de enero reclamó al presidente Andrés Manuel López Obrador que pague a los “youtubers” y otros medios digitales, y le pidió que dejara de otorgar publicidad a la revista Proceso porque “lo golpea”.
Si bien hasta el momento la Cancillería mexicana permanece silenciosa sobre su nombramiento, la periodista ya lo presumió en redes y recibió felicitaciones de otras personas identificadas con la administración de la llamada Cuarta Transformación, a la que defienden a través de sus medios digitales.
En contraste, el nombramiento como cónsul en Estambul desató una ola de críticas por parte de comentaristas en redes sociales, quienes equipararon el nombramiento con una retribución para agradecer su postura a favor del gobierno.
Sin experiencia diplomática, Isabel Arvide lleva una larga carrera navegando entre los mundos del periodismo –inició en Excélsior, y luego en El Sol de México–, la política y lo militar, a tal punto que llegó a facturar contratos millonarios en administraciones estatales, como en los gobiernos priistas de Humberto Moreira Valdés, en Coahuila, y de Roberto Borge Ángulo, en Quintana Roo, por conceptos de asesoría en seguridad.
En las conferencias matutinas de López Obrador, la mujer suele hablar con familiaridad al mandatario –”los dos somos ya viejitos”, le dijo en enero–, preguntarle sobre temas relativos al Ejército o sobre asuntos diversos –“Yo le quiero preguntar: ¿Qué opina usted de la muerte?, ¿cómo ve su muerte?”, le preguntó en noviembre–.
Durante la conferencia del pasado 9 de enero, Isabel Arvide señaló que el gobierno federal aplicaría una “nueva reducción” en el monto de la publicidad oficial y, tras afirmar que 80 millones de mexicanos utilizan Internet, se quejó de que “quien recibe la publicidad oficial es un semanario que se llama Proceso, que usted dijo que no se lee, y cada semana vemos un gran número, a veces 11, a veces 13, a veces 16, pero vienen páginas y páginas de publicidad, y quienes tenemos un portal, estamos en redes sociales, estamos aquí desde la madrugada, no recibimos un centavo de publicidad”.
Y soltó: “Este año, señor, ¿va a haber alguna manera en que esto cambie?, ¿en que lo que usted ha llamado benditas redes sociales tengan mayor importancia que un semanario, que además lo golpea? Todo el tiempo, está buscando de qué manera estar en contra y estar fustigando innecesariamente; porque si no, podríamos tener un nuevo paradigma de: ‘Solamente te pago si me pegas’.
Con información de Proceso