No hay duda alguna que Raciel López será el próximo fiscal de Quintana Roo.
En un estado carente de contrapesos y hasta de oposición, es bola cantada que Raciel terminaría siendo el fiscal, lo cual ya se anticipaba desde que llegó como encargado de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Pero, Raciel también puede defender sus cualidades para ser Fiscal. Es un investigador policial de largo trayecto. Ha sido procurador y jefe de la policía en cuatro estados.
Este lunes, no está bajo cuestión si el chiapaneco será fiscal de Quintana Roo “sólo” gracias a una mayoría aplastante o sus cualidades policíacas.
El “debate” es algo más complejo.
Desde que la persecución del delito dejó de estar a cargo de un procurador, como parte del organigrama del Ejecutivo, y se convirtió en una labor de un organismo autónomo, han pasado cuatro fiscales con tres gobernadores.
En realidad, cada gobernador ha puesto a su fiscal.
El primer fiscal fue con “Beto” Borge, luego Carlos Joaquín puso al suyo (incluso dos) y ahora habrá otro, cuando al anterior, le quedaban aún cuatro años, según la Ley que “salvaguarda” la autonomía de la FGE
Es decir, la Fiscalía no ha cumplido ni en forma ni fondo con ser un organismo autónomo.
Parece que la autonomía se inventó para no ser cumplida
Y la “tarea” para los diputados de “transformación”, tras el nombramiento de este nuevo fiscal, es si la autonomía va seguir siendo puro cuento.