Por Javier Chumacero/NOTICARIBE PENINSULAR
PLAYA DEL CARMEN.- La brisa marina refrescaba a los 300 asistentes al evento de entrega de la Quinta Avenida y Parque Fundadores. Laura Beristain daba su mensaje y Miguel Quintana Pali prefirió irse. Minutos después otros invitados seguirán su ejemplo.
El gabinete en pleno aplaudía entusiasta el discurso de su presidente municipal. Parecía un mitin electoral. Sentados sobre las bancas de cemento (y no de madera como había sido el acuerdo), los secretarios y directores cumplían su papel.
“Por un momento me imaginé a Laura como el Quijote, y a los huracanes como los molinos de viento. Luego me pregunté qué hacía ahí y me fui”, confesó un asistente a la salida del parque modernizado.
Y es que Beristain aludió a los fenómenos naturales como un gran obstáculo en los trabajos de remodelación, que aún continúan en las bocacalles de la Quinta Avenida, cuyo costo fue de 117 millones de pesos y que a siete meses y medio de iniciado no han terminado del todo.
Afuera, un grupo de simpatizantes de la alcaldesa se unía a los vítores, mientras a un costado, los Voladores de Papantla se preparaban para hacer su rutina. Terminado el acto con todo y honores a la Bandera y entonación del himno nacional, los funcionarios se tomaron fotos y más fotos entre y con ellos mismos.
Al final, Beristain y su séquito recorrieron cuatro calles de la remozada vialidad comercial. “Felicidades”, les decía a su paso la presidente municipal a los locatarios, sin voltear a ver las mantas con el letrero de “SE RENTA”.