Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- Igual que a finales de junio de 2017, como si fueran delincuentes, personas al servicio del Grupo Caveri Servicios Inmobiliarios, empresa propiedad de Ricardo Antonio Vega Serrador, el “zar de la gasolina”, iniciaron la construcción de un segundo muelle en el kilómetro 3.2 de la Zona Hotelera.
Las cuentas del propietario de las tiendas Go Mart y las gasolinerías Corpogas fueron bloqueadas por presuntamente lavar dinero a la banda de rumanos que robaba en cajeros automáticos de Quintana Roo. El también llamado “Sultán de Ferraris” ha sido investigado por huachicoleo y defraudación fiscal.
El Grupo Caveri fue beneficiado con el remate de predios del patrimonio estatal por parte de los entonces gobernadores Félix Arturo González Canto y Roberto Borge Angulo, y en su momento fue acusado de invadir el terreno contiguo a la marina Chac-Chi, denunció entonces el propietario Gaspar Paredes Palma.
El primer muelle, con la protección u omisión del sistema judicial de Quintana Roo, se levantó en parte de los dos mil metros cuadrados que fueran las Villas Juveniles del CREA (Consejo Nacional de Recursos para la Atención de la Juventud), en la Zona Hotelera, con todo y un dragado nocturno furtivo.
Esa construcción tiene un trasfondo: desde que Borge Angulo prácticamente le regalara las Villas Juveniles a Vega Serrador, éste se ha dado a la tarea de buscar la forma de apoderarse del resto del predio, parte del cual está concesionado hace varios años a la marina Chac Chi.
El sábado 11 de diciembre, cuadrillas de trabajadores del Grupo Caveri iniciaron la construcción de un segundo muelle, sin contar con autorización ambiental y pese a que el predio está en litigio con la Agencia de Proyectos Estratégicos del Estado de Quintana Roo (Agepro).
Hace casi cuatro años, el Grupo Caveri reclutó a cerca de 50 personas de Guerrero y Veracruz para tomar por asalto el predio de la marina Chac Chi, lo que en su momento puso en riesgo el sustento de 200 familias que dependen de la operación de la empresa localizada en la zona turística de Cancún.
En esta ocasión, la construcción de un segundo muelle, en principio fuera de la ley porque la propiedad está en litigio, volvió a afectar a la marina, ya que se hizo del lado del muelle de Chac Chi, lo que impide el atraque de sus embarcaciones, así como el ascenso y descenso de sus clientes.
En su momento se supo que los predios fueron comercializados en 38 millones de pesos, cuando el metro cuadrado en la Zona Hotelera estaba valuado en mil dólares. El precio real de los dos mil metros cuadrados es de aproximadamente 400 millones de pesos, casi 10 veces el precio en el que se vendió a Caveri.