Por Javier Chumacero/Noticaribe Peninsular
PLAYA DEL CARMEN. – Hay una frase muy playense que dice “No voy a Las Américas, porque me encuentro a todo el mundo”. En tiempos del Covid-19, la realidad es distinta.
Más de la mitad de los comercios bajaron sus cortinas. Aquí no hay metro y medio de distancia entre las personas, sino decenas de metros. Los rostros de los vendedores lo dicen todo.
“Aquí vendíamos 400 comidas. Hoy llevamos 40”, dice una cocinera de comida china. Apenas hay unas cuantas mesas ocupadas en el área culinaria. Y no todos tienen un plato o un vaso enfrente.
Con el cine cerrado, el centro comercial es el sostén económico de esta plaza. Afuera, decenas de taxistas esperan pacientes a un cliente, mientras que, en el paradero, las Vans llegan y se van semi-vacías.
Las únicas filas son en los cajeros automáticos. Al estacionamiento subterráneo le sobran cajones, y las máquinas del casino callaron por culpa del Coronavirus.