Francisco J. Rosado May
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La semana pasada varios eventos tuvieron a la Agroecología en el centro del debate.
El martes 17, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) organizó una conferencia con la participación de Vijay Kumar, arquitecto de un movimiento que, en el estado de Andhra Pradesh en la India, ha beneficiado a miles de familias campesinas usando un método conocido como “Agricultura Natural de Cero Costo” (Zero Budget Natural Farming, como se conoce en inglés). El método descansa en el uso de recursos al alcance del campesino (ej., excretas de ganado y extractos de plantas) para inocular las semillas logrando un cambio en la rizosfera que permite el establecimiento de flora y fauna benéfica y el aprovechamiento de los nutrientes. En un periodo de 3-5 años la productividad incrementa significativamente, logrando también incremento importante en el ingreso económico de los agricultores. El método ya se está aplicando en otros estados, por lo que el número de beneficiarios se contará en el orden de millones de personas. Y todo esto sin el uso de insumos externos ni contaminación. Se habló de un programa de cooperación India-México para alcanzar la sostenibilidad alimentaria, ojalá se convierta en realidad, hay muchísimo potencial de beneficio para ambas partes. México puede aprender mucho del ZBNF, con aplicación a varias regiones del país. India se puede beneficiar por los avances en agroecología y educación intercultural en México, Kumar ya ha mostrado interés en ambas áreas.
El 18 la SEP y un grupo de universidades interculturales organizaron el foro “La Agroecología en la Educación Superior”. Los participantes fueron connotados agroecólogos/gas de México, Estados Unidos, Uruguay y Venezuela; Miguel Altieri dio la conferencia magistral llamada la “Agroecología en el siglo XXI”. Altieri argumentó que la narrativa de los agronegocios (usado para referirse a la agricultura convencional), basada en una visión maltusiana, no resiste análisis crítico. Los agronegocios señalan que el crecimiento de la población es la justificación para producir mucho mas alimento cada vez y que no existe ninguna otra tecnología, la del uso de insumos, semillas mejoradas, etc., que pueda atender dicha demanda. Sin embargo, hay investigaciones que demuestran que del total de la producción bajo este sistema más del 80% se destina para uso animal o biocombustibles y que los campesinos de pequeña escala, con menos de 2 has, muchos de ellos indígenas, producen entre el 70 y el 80% de la cantidad anual de alimentos en el mundo.
Con base en un diagnóstico de las condiciones y potencial en México para alcanzar la sostenibilidad en producción de alimentos, un grupo de connotados agroecólogos mexicanos presentó una propuesta de plan de estudios para que diferentes instituciones educativas a nivel superior, incluyendo a las universidades interculturales, los tecnológicos, las universidades Benito Juárez, implementen la carrera de agroecología en sus campus. De lograrse esto, con una eficaz coordinación y articulación en materia de formación de recursos humanos, empoderamiento de agricultores e indígenas, y de investigación de alto nivel para producir lo que se necesita en el país en sus diferentes biomas y para exportar, sin los efectos de afectación negativa al ambiente y la salud, México tiene el potencial para ser un faro mundial de producción sostenible de alimentos.
El 19, la Universidad de Santa Clara organizó el foro “Agroecología para un cambio en el sistema de producción de alimentos”, donde Vandana Shiva y Chris Bacon fueron los protagonistas. Vandana sigue muy activa, presentando con mucha claridad sus argumentos a favor de sistemas agroalimentarios sostenibles y señalando las contradicciones y agotamiento conceptual que tienen los sistemas convencionales que descansan en el uso de insumos, contaminación y la acumulación de capital como el elemento que guía a ese sistema.
Sin duda la agroecología avanza en México y el mundo, pero también lo hacen los agronegocios, quienes ya están una tercera transformación, aprovechando la tecnología digital. Esta parte se abordará en la entrega siguiente.