Francisco J. Rosado May
fjrmay@hotmail.com
Con participación de miles de ciudadanos del mundo, así como la presencia oficial de 164 países, el 23 de septiembre la ONU llevó a cabo la anunciada Cumbre Sobre Sistemas Alimentarios.
El escenario que describió en la apertura del evento, el Secretario General de la ONU no pudo haber sido menos dramático para el planeta si los sistemas alimentarios convencionales no cambian su tendencia actual. La Declaración Final establece líneas de acción que fueron consensadas en buena medida, incluyendo una fuerte participación de organizaciones de Pueblos Indígenas, quienes finalmente lograron el reconocimiento de la Coalición de Sistemas Alimentarios de los Pueblos Indígenas, tuvieron participación adecuada en la Cumbre y se hizo visible la urgente necesidad de incorporar sus saberes y formas de innovación de conocimiento para que junto con otros actores se pueda co-crear el ansiado conocimiento que conduzca a los sistemas alimentarios a la sostenibilidad.
La Declaración de cierre, vale la pena estudiarla, se puede ver en: https://www.un.org/sites/un2.un.org/files/food_systems_summit_-_statement_of_action_es.pdf .
Líderes de cada país, en algunos casos su presidente, primer ministro, cancilleres o autoridades relacionadas con producción de alimentos, también tuvieron su espacio. Si tiene interés por saber que dijo cada país, incluyendo el Secretario de Relaciones Exteriores quien representó a México, acceda a la página https://unfoodsystems.org/statements-summit.php .
Un primer análisis de la Declaración final y de las intervenciones de representantes de gobiernos y organizaciones diversas, permite concluir que diferentes personas y organizaciones usan diferentes términos al referirse a los sistemas alimentarios.
Algunas gobiernos y personas usan el término “suficiencia”, otros “seguridad y nutrición”, unos más usan “soberanía”; todos en referencia a alimentación. Esta diferencia no es dato menor, al contrario, indica que hay diferentes conceptos y por lo tanto puede crear confusiones cuando llegue el momento, muy pronto, de diseñar políticas públicas en cada país.
En los pueblos indígenas los tres términos por separado no tienen resonancia cultural ni lingüística. En comunidades no indígenas hay confusión, cada término tiene diferente significado. En las comunidades indígenas prevalece más la expresión: “cuando pienso en la milpa y comida, deseo asegurarme de que puedo producir suficiente para alimentar mi familia y para aguantar las pérdidas por los animales y plagas, sin tener que depender de otros ni del gobierno”. Este pensamiento es la base en la toma de decisiones por parte del agricultor y su familia; guía el diseño y manejo de su propio sistema alimentario.
La lógica es: ¿De qué me sirve tener suficiente alimento si lo produzco envenenando la tierra? ¿De qué me sirve tener seguridad y nutrición si no sé de dónde viene el alimento ni cómo se produce? ¿De qué me sirve tener soberanía si no produzco lo suficiente para las necesidades de mi familia y la naturaleza? Entre los indígenas un sistema alimentario sostenible combina las 4 S: Seguridad, Suficiencia y Soberanía que conduzcan a la Sostenibilidad.
Que bueno que, por primera vez, en la ONU se reconozca el valor del conocimiento indígena y abra la puerta para que sus formas de aprendizaje y construcción de conocimiento puedan interactuar de igual a igual con científicos convencionales para que juntos se pueda co-crear conocimiento intercultural que conduzca a sistemas alimentarios sostenibles. Le urge a nuestro planeta.
Es cuanto.