Francisco J. Rosado May
fjrmay@hotmail.com
Reportes recientes señalan que 2023 no solo fue el año más caliente, de hecho, la humanidad atestiguó un incremento de 1.54 grados centígrados como promedio mundial, por encima de los niveles pre-industriales. Diferentes agencias como Berkeley Earth, Copernicus y NOAA coinciden, es el primer año en que la humanidad rebasa el objetivo del Acuerdo de Paris. Las alarmas están encendidas, en 2024 también se espera récords de altas temperaturas y otras afectaciones ambientales como resultado del cambio climático.
Las variables que explican el cambio climático son de dos orígenes, una es la natural como las erupciones volcánicas, la otra depende únicamente de decisiones y acciones humanas. Este componente va acompañado de un proceso conocido como diseño e implementación de políticas públicas afines con el objetivo del Acuerdo de Paris. Para ello, normalmente los gobiernos requieren de información que tenga bases sólidas y pueda resistir embates que lo pongan en duda. Uno de los esfuerzos para ofrecer información sólida a los gobiernos es la que está llevando a cabo la organización conocida como IPBES (Plataforma Intergubernamental sobre biodiversidad y servicios ecosistémicos)
Te puede interesar: | VISIÓN INTERCULTURAL | La transformación de sistemas alimentarios no puede esperar
IPBES tiene 4 funciones: evaluación de conocimiento, capacitación, fortalecimiento de las bases que sustentan el conocimiento y apoyo a política pública (https://www.ipbes.net). En sí, IPBES no es un organismo de la ONU, pero su Secretariado es albergado por el Programa Ambiental de la ONU (UNEP). IBES se conforma actualmente por 140 países, con un mecanismo de gobernanza y toma de decisiones que permite la participación abierta, incluyendo diferentes formas de creación de conocimiento, que otorga confianza en las valoraciones/evaluaciones que hace de los factores críticos relacionados con el cambio climático, no solo de biodiversidad.
Actualmente IPBES está llevando a cabo la valoración de las condiciones de biodiversidad, alimentación, salud y agua en el planeta. Del 5-9 de febrero 2024, se llevó a cabo en Katmandú, Nepal, la tercera reunión de los autores del trabajo de valoración. La organización sede fue ICIMOD, una organización de investigación, capacitación y diseño de políticas públicas, que se formó en 1983 con el apoyo de 8 países que se identifican por la presencia del Himalaya: Afganistán, Bangladesh, Bután, China, India Myanmar, Nepal y Pakistán. Al evento participaron unos 120 expertos de unos 70 países, entre ellos 3 mexicanos.
Estos 8 países comparten 3,500 km del Himalaya, el cual es de vital importancia para el acceso a agua, comida y energía por parte de unos 2 mil millones de personas y hábitat de miles de especies irremplazables.
En la inauguración del evento de IPBES, así como en la información relacionada con el área del Himalaya, la referencia es como el tercer polo. Es la zona del planeta en el que solo los polos la superan en la cantidad de hielo que tiene sus cumbres, alberga a más de 50 mil glaciares. Esto y porque está en medio de una muy alta población humana, lo hacen de particular interés porque el cambio climático ya está afectando el comportamiento de los hielos, al grado que ha habido momentos en que es visible la ausencia de hielo en varios puntos del Himalaya.
En México no tenemos, como en el Himalaya, la evidencia visible de la falta de hielo o nieve en las montañas, pero hay reportes que hacen pensar que en varias regiones del país habrá escasez de agua (ej. el caso del Cutzamala). La afectación al ciclo del agua nos va a pegar fuertemente, quizá mucho más que la ya documentada pérdida de biodiversidad, causado por nuestro impacto al medio ambiente.
¿Estará este tema en la discusión política que viene? Más vale que sí, no se ha notado, y que sea abordado con alto nivel técnico-científico.
Es cuanto.