Francisco J. Rosado May
fjrmay@hotmail.com
La semana pasada varios medios dieron a conocer el sensible fallecimiento de don Abundio Yama Chiquil, reconocidísimo, local e internacionalmente, Dignatario Maya de Señor, Quintana Roo. Don Abundio pertenecía al Centro Ceremonial de Tixcacal Guardia.
Don Abundio se une, en otro mundo, a otros dignatarios como don Dámaso Pech, de Chumpon, en julio 2023; don José Isabel Sulub Cima, de Dzulá, en junio del 2023; don Esteban Poot, de Tixcacal, en noviembre 2022; don Florentino May, de Tuzik, en abril del 2021; don Silverio Pat, de Señor, en julio 2021; don Crescencio Pat, de Señor, en agosto de 2020; don Aniceto May, de X-Pichil, en agosto 2020; don Juan Bautista Ek, de Tulum, en agosto 2003. El General Santiago Cruz Peraza del Centro Ceremonial de Chancah Veracruz, falleció en 2015.
La lista puede ser más larga, lamentablemente no se cuenta con un historial de vida y obra de los Dignatarios Mayas. Todos ellos fueron grandes personas no por su cargo o figura pública en su comunidad, sino por el respeto que se les tenía debido a sus saberes, a su inteligencia, a su sabiduría sobre la vida, la sociedad, los recursos naturales y los retos de integración en una sociedad cada vez más visiblemente multicultural.
Te puede interesar: A LOS 104 AÑOS: Fallece Abundio Yama, último testigo de la Guerra de Castas
Como sociedad, esa sabiduría la hemos dejado ir. Lamentablemente no ha habido gobierno alguno que comprenda la importancia de reconocimiento, rescate y potencialización de esos saberes más allá del clásico discurso político de ocasión. No se puede decir que estamos honrando realmente a esas personalidades. Sí es importante el apoyo económico que el gobierno brinda a los Dignatarios Mayas, pero ni es suficiente ni es parte de una estrategia que les permita salir de los niveles de pobreza que tienen y que les rodea.
El 20 de abril de 2021 se publicó la nueva Ley General de Educación Superior (LGES), la cual contempla un innovador proceso de evaluación de la calidad que en ese nivel educativo tenemos en México. Algo así como el siguiente nivel de lo que se ha logrado a través de los Comités Interinstitucionales de Evaluación de la Educación Superior. Derivado de la LGES, se ha consensuado en México una Política Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior, el cual dio origen al Sistema de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (SEAES), organismo que cuenta con un comité técnico que permite establecer mecanismos adecuados para hacer la evaluación y acreditación de las Instituciones de Educación Superior (IES).
El SEAES ha establecido seis criterios para orientar la evaluación, y por ende la calidad, que se busca en educación superior: Compromiso con la responsabilidad social; Equidad social y de género; Inclusión; Excelencia; vanguardia, Innovación social; e Interculturalidad.
De una u otra forma los cinco primeros criterios han estado en los procesos de evaluación de calidad, pero el sexto, el de interculturalidad, requiere de una atención mucho más profunda e integral que lo poco que se ha hecho hasta hoy en casi todas las IES.
Y es este sexto criterio que permite articular el tema con el que inició esta entrega y el nuevo mecanismo de evaluación de la calidad de la educación superior en México.
¿Cómo lograr avanzar en la interculturalidad que ya está institucionalizada, si no hacemos un mejor trabajo honrando a nuestros Dignatarios y Dignatarias Mayas, trabajando con ellos para que su legado en conocimientos y sabiduría pueda beneficiar a toda la sociedad?
Hay mucho por hacer en materia de interculturalidad. A quien corresponda, favor de prestar la atención debida.
Es cuanto.