Francisco J. Rosado May
fjrmay@hotmail.com
Como cada año, desde que la Asamblea General de la ONU mediante la resolución A/RES/49/214 emitida en diciembre de 1994, instituyó el Día Internacional de los Pueblos Indígenas el 9 de agosto, entre antier y ayer los medios dieron cuenta de los problemas y pobreza en la que viven los indígenas; también difundieron programas que los gobiernos están implementando para apoyar a los pueblos indígenas en México.
Era de esperarse. Notas sobre niños indígenas trabajando para ayudar en la economía del hogar, el aumento de la pobreza como efecto del covid-19, apoyo a artesanos, programas de desarrollo turístico, etc., tratan de recordar a la sociedad que el gobierno está haciendo su parte.
Datos, programas, proyectos y gobiernos van y vienen y la tendencia es la misma. No hay reducción de pobreza, no hay cambio, no hay aprendizaje no hay innovación. ¿Qué pasa?
Empresas, gobierno y organizaciones de la sociedad civil se han servido de la cultura indígena. En la agricultura, por ejemplo, ¿hay alguna semilla que no haya tenido origen de manos, mente y corazón indígena? Y sin embargo hoy hay empresas que han patentado algunas de esas semillas sin beneficio real para quienes la originaron. La economía del turismo se ha beneficiado de los sabores de la gastronomía, de los diseños de las artesanías y vestimentas, de la elegancia de los bailes y otras manifestaciones culturales; pero aún con los programas de apoyo cultural los indígenas autores intelectuales siguen viviendo en el rezago.
Si, ciertamente hay un reconocimiento a las aportaciones de los pueblos indígenas a la economía y desarrollo de algunas regiones a través de “fomentar” las artes, cultura y empleabilidad, pero ese “fomento” solo alcanza para mantener un estatus de la cultura indígena suficiente para seguir garantizando el negocio y para alimentar la demagogia. No hay cambio real. ¿Porqué?
Los pasos de la jarana y otros bailes tradicionales, la receta de las comidas tradicionales, los diseños de bordados y de vestimenta que se enseñan en las escuelas, han sido básicamente lo mismo por decenas de años. No hay o ha habido poquísima innovación. Impulsar programas de este tipo NO es apoyar la cultura, es mantener un estatus político y económico con ganancias que no se reflejan en las comunidades indígenas.
Ninguna cultura es estática, todas son dinámicas en diferentes ritmos. Hay cambios, hay mejora, hay innovación. Lo que sabemos de la jarana o del mucbi pollo o del huipil, o de la siembra y manejo de la milpa, o del uso de alguna planta medicinal, es la manifestación de cientos de años de prueba y acumulación de experiencias. Ese conocimiento no es resultado del método científico, sino que es el resultado de la forma particular que cada cultura originaria tiene para construir y transmitir conocimiento.
La forma de enseñanza que usan los programas que intentan “rescatar” o “fomentar” la cultura se basa en un sistema que no es compatible con la cultura. Lo que en realidad hacen los gobiernos o particulares es fomentar un sistema que mantiene el estatus quo de los que sí se benefician, no de los indígenas, de la comercialización de la cultura. Es importante que quienes diseñan esos programas de “rescate” o “fomento” escuchen y tomen en cuenta la opinión de expertos reconocidos. Lo contrario mantiene un estatus quo que contribuye a la extinción de la cultura.
Postdata.
La participación de México en la pre-cumbre de sistemas alimentarios fue buena. Sin embargo, el trabajo no ha terminado. Es necesario e indispensable que México se sume a los países a favor de la creación de la Coalición de Sistemas Alimentarios Indígenas y, además, propugnar y liderar por su reconocimiento y financiamiento durante la cumbre en la sede de la ONU, en Nueva York. Esta acción es congruente con la política pública alimentaria de la 4T y se uniría a las muchísimas voces, en México y en el mundo, que exigen la formación de dicha coalición. Sería un paso en la dirección correcta, reconociendo las aportaciones de los Pueblos Indígenas al planeta y el potencial que tienen para atender los grandes problemas glocales: calentamiento global, pérdida de biodiversidad, erosión de suelos y tejido social, migración, desnutrición y hambruna, etc.
Se recomienda ver el video de la FAO: https://drive.google.com/drive/folders/1YveaTYCwlbLKNrK2Rnvn2AD6-loHzoyK
Es cuanto.