Francisco J. Rosado May
fjrmay@hotmail.com
En política, como en otras áreas de conocimiento, siempre hay alguna forma de comunicación de ideas, resultados, o mensaje que se quiere transmitir. Hasta hace algunos años se usó el término “discurso” para darle un nombre a ese proceso de generación, comunicación y medición de la aceptación del mensaje. En la actualidad se usa el término “narrativa”, la cual se deriva de un género literario que se transmite a través de diferentes técnicas. Convencionalmente hay un narrador que recoge y explica los hechos que suceden a uno o más personajes.
La política, como otras áreas de conocimiento, tomaron la idea de la narrativa y la convirtieron en una herramienta poderosa. La narrativa articula hechos y visión y se transmite en pocas palabras, buscando que sea una comunicación eficaz, que logre la conexión entre emisor y receptores. La narrativa sustenta una decisión que invita a los participantes de un proceso votar a favor de quien la emite, para apoyar una iniciativa o para definir el rumbo de un proyecto.
Lo que sucedió en COP28 es una clara muestra de lo anterior. Si bien más de 80 mil personas participaron, solo los representantes legales de los casi 200 países tuvieron voz y voto en las deliberaciones que condujeron al acuerdo final. En este escenario se presentaron dos narrativas. Una, que descansaba en los datos científicos sobre calentamiento global, que 2023 ha sido el año más caliente en la historia de la humanidad, que prácticamente hemos rebasado 8 de los 9 límites que se establecieron para decidir que no se aumente en 1.5oC la temperatura media anual en el planeta. Esta narrativa buscaba establecer una fecha para eliminar el consumo de combustibles fósiles en el planeta.
Pero la economía del planeta depende demasiado en los energéticos basados en combustibles fósiles. Por lo tanto, la otra narrativa presentó la idea de que el objetivo de COP28 no debe ser la eliminación del uso de combustibles fósiles sino la de reducir en forma importante la emisión de los causantes, como gases, que causan el cambio climático. Esta narrativa permite extender el uso del petróleo, aunque haga los vehículos más eficientes en cuanto a km/l de combustible, y sean más eficaces en evitar la emisión de gases de efecto invernadero, no hay forma de impedir que no se usen viejos modelos contaminantes en muchísimas partes del mundo y tampoco vincula con la producción limitada de vehículos, por ejemplo.
Finalmente, la segunda narrativa tuvo mayoría. La forma en que lo lograron fue a través de otra narrativa, que la responsabilidad descanse en las posibilidades de cada país porque no se busca la imposición de políticas públicas. En este sentido, México, com parte de 130 países, se comprometieron a triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética al 2030, comparado con el 2022.
Lo anterior, de acuerdo con la organización Comunidad Climática Mexicana, México tendría que cuadruplicar su capacidad instalada de energías renovables, implementar de inmediato medidas de mitigación que conlleven a mayores beneficios socio-ambientales, especialmente transformando en forma agroecológica los sistemas alimentarios, se debe eliminar por completo el uso del carbón a más tardar en 2023, eliminar el uso del combustóleo a más tardar en 2035, a partir de 2027 ya no se deben instalar nuevas plantas de generación eléctrica fósil, el gas no debe ser la apuesta para atender demanda de energía, entre otras medidas.
¿Qué plataforma electoral de las dos principales ofertas actuales, para la presidencia de México, ofrece la mejor expectativa ante el reto global que tenemos? Meditar la respuesta implica participar en las elecciones de junio 2024.
Aprovecho para desear a mis lectores y lectoras que disfruten estas celebraciones decembrinas y que trasmitan mis mejores deseos a sus seres queridos. Las entregas continuarán en enero 2024.
Es cuanto.