Francisco J. Rosado May
fjrmay@hotmail.com
Han transcurrido 11 días de este nuevo año y ya hay señales de lo que tendremos qué entender y atender con mucha creatividad y conciencia social.
Estamos en semáforo epidemiológico amarillo; ya se veía venir, pero no tomamos las precauciones necesarias. La velocidad en la formación de nuevas variantes del Covid-19 está ganando el ritmo de vacunación en México y el mundo. Si alguien apostó a la inmunidad de rebaño, ya perdió.
De acuerdo con la página https://datosmacro.expansion.com/otros/coronavirus-vacuna/mexico hasta el 1 de enero 2022 solamente el 57% de mexicanos contaba con las dos dosis de vacuna. No solamente no tenemos el suficiente porcentaje de personas con esquema completo de vacunación para alcanzar la inmunidad de rebaño, sino que la falta de vacunación en otros países y la alta movilidad de personas a nivel global explica la 4ª ola de Covid-19 causada por Ómicron. Esta variante, reportada originalmente en Sudáfrica y ahora presente en casi todo el mundo, demuestra que la inmunidad de rebaño debe ser a nivel global, no solo a nivel país. Y ahí viene “Ihu”, la nueva variante de Covid detectada en Francia recientemente; ya tenemos encima el “Deltacrom”, combinación de las variantes delta y ómicrom y “Flurona”, la infección doble del virus de gripa con Covid, ambos ya reportados en México.
Los primeros días de enero también han ofrecido una muestra de conductas típicas y atípicas relacionadas con las elecciones programadas para el primer domingo de junio. Lo típico: personas interesadas en puestos cambiando de partido por conveniencia; expresiones con mensajes iguales al pasado que pensábamos ya no se usarían, con fuertes contradicciones intrínsecas, pero garantizan la posibilidad de seguir prendidos de la misma ubre: la persona seleccionada no tiene mayoría, pero soy institucional y lo acepto; partidos políticos tratando de establecer escenarios que mantengan la percepción de querer ganar, pero con serios problemas en la selección y calidad de sus candidatos.
Lo atípico: fuertes manifestaciones de grupos sociales a favor de personas que no son consideradas oficialmente por sus partidos, construyendo narrativas sólidas, pero sin que hasta el momento hayan sido escuchados, es el caso del movimiento en favor de Rafa Marín. Asumiendo que la conducta típica de partidos políticos es muestra de que ese paradigma debe innovarse, y sabiendo que el espacio para las candidaturas ciudadanas está muy acotado, algunos estudiosos de la política proponen que la sociedad civil se organice no solo para hacerse escuchar sino para proponer nombres de personas con mejor perfil para enfrentar los enormes retos locales y globales, sin tener que depender de algún partido político.
Hay que aceptarlo, fue buena idea establecer condiciones para la equidad de género en las candidaturas, pero su implementación no ha sido adecuada tal y como se demuestra con claridad en Oaxaca, Durango. ¿Afectará a Q. Roo algún cambio en estos estados? Si el método de las encuestas no es lo suficientemente sólido para disipar serias dudas, ¿incursionaremos en el modelo de elecciones primarias para definir candidatos? ¿Cómo atender el tema de equidad de género sin provocar rencores y divisionismos que no garantizan el sólido proceso político que necesita nuestro estado? Hay opciones, pero nuestros políticos necesitan mayor humildad, escuchar y entender, y , especialmente, conocer y aprender de experiencias en otras latitudes donde el tema de equidad de género ha sido superado.
Las campañas van a girar en torno a la economía, sin duda. Con una inflación mayor al 7%, con Ómicron afectando el crecimiento y las cadenas de suministros, con un crecimiento del PIB menor al 3% estimado para 2022, ¿qué narrativa será usada en las campañas? ¿Qué alternativas de solución presentarán los candidatos? El tono de las campañas delatará arreglos cupulares, si los hubo, y podría profundizar los desencantos entre un gran sector de los ciudadanos, que cada día son más y más, preocupados por atender correctamente los grandes retos locales, nacionales y globales.
Si la respuesta no incluye la apuesta real por educación de calidad en todos los niveles y en todas las capas sociales, cero impunidad y corrupción, no sólo en Quintana Roo tendremos un sexenio muy, pero muy difícil.
Aún así, ¡van deseos de un mejor año para tod@s ustedes!
Es cuanto.