Por Roberto Hinojosa/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.-El emblemático parque de béisbol, “Beto Ávila”, que durante muchos años ha sido de casa de los Tigres de Quintana Roo, ayer empezó a ser demolido en su totalidad.
Construido a mediados de los ochentas, siendo alcalde Joaquín González Castro y Pedro Joaquín el gobernador, el “Beto Ávila”, bautizado con este nombre en honor al legendario beisbolista veracruzano, ha soportado cuatro huracanes de gran magnitud como Gilberto en 1988, Wilma en 2005 y Delta y Zeta en 2020.
Sin embargo hace unas semanas el Gobierno Federal, sin mediar explicación más que decir que el “Beto Ávila” tiene estructuras frágiles, anunció su reconstrucción, con una inversión de poco más de 200 millones de pesos.
Lo anterior a pesar de que el lugar recibió millonaria inversión en su remodelación en los gobiernos de Félix González y de Roberto Borge, especialmente en este último , que hasta le incluyó un elevador.
Aunque la primera remodelación del “Beto Ávila” ocurrió en 1996, para ser la casa de Langosteros de Quintana Roo, primer equipo profesional aprobado por la Liga Mexicana de Béisbol.
En esta nueva etapa, ahora bajo la intervención del Gobierno Federal, no solo van a demoler el inmueble para hacer uno nuevo, sino también “arrasarán” con áreas deportivas de los alrededores como las canchas de tenis “Pancho Contreras” y de fútbol sede de la liga “Guillermo Cañedo”, que está última ha dado grandes futbolistas como Carlos Vela y Miguel Sabah.
Entre la comunidad deportiva que acude a dichos espacios hay un “mal sabor de boca”, ya que los deportistas consideran que más que un beneficio hay un perjuicio, y aunque les han dicho que serán reubicados, pero nadie sabe dónde.
Con la demolición del “Beto Ávila” se va una parte de la historia de Cancún.