Hasta ahora los principales antihéroes, casi “villanos” de los informes municipales han sido los ex alcaldes de Víctor Mas y Laura Beristain, hoy apoltronados cínicamente como regidores “pluris”.
La presidente municipal de Solidaridad, Lili Campos, enumeró, en su informe una lista de señalamientos contra su antecesora, con lo cual, dicho sea de paso, se entiende por lo que Laura Beristan, mejor no fue a la solemne.
La panista hasta deslizó vínculos con el narcomenudeo de su antecesora morenista, quien, por cierto, como regidora, sólo se ha destacado por sus faltas recurrentes a las sesiones del Cabildo.
También el alcalde de Tulum, Marciano Dzul, acusó a “la administración pasada”, es decir a Mas, de “una total irresponsabilidad de la administración pasada”.
El morenista afirmó que le fue entregada una administración con serios problemas financieros y corrupción y destaco: “una deuda ante hacienda por más de 65 millones de pesos y un laudo laboral injusto por más de 50 millones”.
Y entre Laura y Víctor, quizá quien debería de estar preocupado es el exedil panista, quien ha buscado inmunidad y la impunidad de la 4T, al afiliarse al PT.
Marciano Dzul tiene la última palabra.