En Morena ven la tempestad y no se hincan.
Mientras el Verde avanza como locomotora en su objetivo de ser la primera fuerza política en el estado, en Morena los protagonismos y los afanes personales siguen hundiendo al partido guinda.
Personajes como Jorge Sanén, Pablo Gutiérrez y Humberto Aldana no entienden que en la búsqueda de seguir escalando cargos, terminan aplastando a los intereses de Morena.
Apenas ayer, la presidenta estatal de Morena, Johana Acosta, dio a conocer temprano el inicio de los plazo para el registro de aspirantes de candidatos a senadores y diputados federales, pero poco después, el regidor Jorge Sanén, en su “investidura” de presidente del Consejo, también, informó lo mismo, en un afán sólo de buscar vitrina.
Y, a propósito de vitrina, el coordinador de los diputados de Morena, Humberto Aldana, también se metió a promocionarse en un periódico impreso, en las mismas formas de “Chanito” Toledo o Raymundo King.
En esta búsqueda de reflectores también destaca el secretario del Ayuntamiento, Pablo Gutiérrez que salió a dar una especie de informe de sus cinco meses en el cargo, como sí el tiempo en su encargo fuera importante para los cancunenses.
Cualquier pretexto sirve para el lucimiento personal, a pesar de que terminen como sus antecesores priistas o, peor aún, otra vez en ridículo.
Y mientras el morenísimo del futuro sigue “futureando”, los verdes van dos pasos o más pasos adelante