Nadie ha querido entrarle de frente al cada vez más grave problema de la movilidad en Cancún.
Sexenios y trienios pasan y gobernadores y alcaldes han preferido “patear la lata”.
Incluso, han habido “puntadas” de dejar las comisiones de movilidad del Congreso del estado en manos de los taxistas. Obvio se vuelven juez y parte y sólo jalaron para su molino.
No es un asunto sólo del ayuntamiento pues la problemática ya llega al ámbito estatal, pero se volvió una “papa caliente”
Si bien ya había graves rezagos, el asunto se salió de control con el ex gobernador Roberto Borge, que convirtió el transporte de pasajeros en parte de botín.
Y su sucesor, Carlos Joaquín se quedó cruzado de brazos.
Ahora, es problema, y tremendo problema para el actual gobierno,
Pero, no todo está perdido: el Gobierno del estado, el ayuntamiento de Benito Juárez y la mayoría del Congreso local son de los mismos partidos.