Francisco Javier Robles/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- El problema de las tumbas profanadas por delincuentes o rotas por abandono sigue provocando molestias y enfermedades a las familias que acuden a los panteones públicos de Benito Juárez.
Saquean tumbas
Son cientos de sepulturas abiertas convertidas en peligrosos focos de contaminación; muchas han sido saqueadas por ladrones que buscan objetos de valor y por personas inmorales dedicadas a la hechicería y magia negra.
“Tenemos un gran problema que ha sido ignorado por las autoridades: las tumbas son constantemente profanadas, saqueadas por delincuentes que se dedican a hacer brujería con los cráneos, con los huesos… Ese delito es de conocimiento público, y nadie ha movido un dedo para detenerlo”, aseguró doña Rosalía.
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La gran mayoría de las lápidas están abiertas por el abandono en el que las han dejado familiares de los difuntos, porque emigraron de la ciudad o porque perdieron el interés de visitarlos.
El añejo y desagradable inconveniente para los visitantes ha sido eterno, pues data desde hace 30 años, por lo menos, de acuerdo con quienes acuden a los camposantos Los Olivos y Municipal.
“El pésimo estado de los cementerios repercute en la imagen de la ciudad, refleja la falta de mantenimiento y la desatención de las autoridades. Este abandono propicia robos, saqueos, brujería, y otras tropelías que se cometen en estos lugares”, consideró Eliud del Carmen.