Agencias
CANCÚN.- El mismo principio ambiental precautorio que se aplicó en el caso Tajamar aplicaría para el caso del Tramo 5 Sur: una veda por dos décadas, lo que significa que la zona impactada y devastada no podría tocarse durante los próximos 20 años
La nueva ruta se está haciendo con una falta absoluta de respeto por la naturaleza, el patrimonio humano y su futuro, Sin manifestaciones de impacto ambiental, sin salvamento ni reubicación de especies y sin estudios geofísicos se vulnera completamente la ley y la viabilidad del proyecto.
En la videoconferencia “La verdadera seguridad nacional es cuidar nuestro patrimonio biocultural”, científicos, académicos, activistas, abogados y sociedad civil organizada, que no está contra el proyecto, sino cómo se realiza, reiteraron su preocupación por la conservación de la selva maya y su acuífero
El abogado Juan Francisco Torres-Landa Ruffo, secretario general del Consejo de “México Unido Contra la Delincuencia”, parece haber dado la puntilla al Tren Maya, al señalar que se violó el artículo 97 de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable,
Construir el Tramo Cinco Sur “es legalmente inviable hasta por 20 años porque (el) Fonatur violó la ley al realizar tala y desmonte sin permisos; además, no es posible autorizar el cambio de uso de suelo —se pidió ex profeso— al proyecto porque hizo las cosas a su modo y no conforme a la ley ambiental, indicó.
Con información de Red Informativa del Sureste (RIS)