Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.- La secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), María Luisa Albores González, admitió que en cuatro de los siete tramos que conforman el Tren Maya, las constructoras carecen de estudios de impacto ambiental definitivos.
No obstante, recordó que en estos tramos, del 4 al 7, se emitió un decreto presidencial el pasado 22 de noviembre de 2021 para elaborar permisos provisionales.
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Dijo que esto no significa que no estén haciendo sus estudios técnicos, el manifiesto de impacto ambiental y el justificativo de cambio de uso de suelo en los tramos mencionados.
Protestas contra el Tren Maya
En la conferencia mañanera, la funcionaria federal explicó que en el tramo 5 Sur de Playa del Carmen a Tulum, es donde se han presentado las protestas de activistas contra el Tren Maya.
“Nos han hecho mucho ruido, pero no quiere decir que no se esté trabajando”, justificó Albores González.
Incluso, puso como ejemplo el daño ambiental provocado por la empresa estadounidense Vulcan Materials Company en más de dos mil 400 hectáreas donde extraen material pétreo y realizan excavaciones hasta en ocho metros de profundidad, frente a los metros lineales donde pasará el Tren Maya.
Por ello, consideró que los opositores al Tren Maya se están desgarrando las vestiduras y no dicen nada sobre la devastación irreversible de la compañía extranjera en Playa del Carmen.
Dijo el Tren Maya es una obra conformada por siete tramos, 20 estaciones y 14 paraderos, donde participan cinco empresas privadas y la Secretaría de la Defensa Nacional
El tramo 1, de Palenque al Triunfo, lo construye la empresa Mota Engil; el 2, de Escárcega a Kalkini, corresponde a Grupo Carso; el 3, de Kalkini a Izamal, se le adjudicó a Azvindi; el 4, de Izamal a Cancún, es construido por Grupo ICA; el 5 Norte, de Cancún a Playa del Carmen, lo diseña la Sedena; el 5 Sur, de Playa del Carmen a Tulum, lo realiza Grupo México; el 6, de Tulum a Chetumal, es la Sedena, y el tramo 7, de Chetumal a Escárcega, también el Ejército.
Del tramo 1 al 3, señaló Albores González, se tienen el manifiesto de impacto ambiental definitivo, “en la fase uno” y los estudios técnicos justificativos para cambio de uso de suelo que son los documentos que pide la Semarnat.
Mientras que del tramo 4 al 7, las constructoras ICA, Grupo México y la Sedena trabajan con permisos temporales otorgados por el decreto presidencial de 2021 y el Fonatur trabaja con especialistas en campo en el diseño y elaboración de los estudios correspondientes para presentarlos ante la dependencia federal, indicó la titular de la Semarnat.
Con información de Proceso