Jorge A. Martínez Lugo
La cosa no es ganar votos en la calle, sino torcer la ley para que desde el escritorio conserven registro partidos satélites, que no alcanzan por sí solos el 3%, como son los casos del verde y del trabajo.
Fue una maniobra con toda la “ley”; retrasaron el envío de la iniciativa hasta la madrugada para poder “insertar” la llamada “cláusula de eternidad”, que consiste en el trasvase de votos de la alianza o coalición a todos los partidos que la integran. Agregados inconstitucionales por “error”, reconocieron.
Es como la multiplicación del voto, o crías. La industria de los votos. Minería de sufragios, también le llaman.
EL INTENTO FRUSTRADO DE EXENCIÓN DE IMPUESTOS PARA CASINOS DE JORGE EMILIO
Similar amaño verde en la anterior XVI Legislatura, la peor de todas, cuando José De la Peña, en su calidad de presidente de la Comisión de Hacienda, insertó un párrafo al dictamen, después de haber sido aprobado por el pleno, para exentar de impuestos a los casinos de Jorge Emilio.
Trampa legislativa similar, en el caso de los contenedores de basura para Cancún, otro negocio verde. Justificada, está la desconfianza en Renán Sánchez Tajonar y bancada verde, ya que tienen bien desarrollado este modelo legislativo: hacer agregados convenientes, después de aprobado el dictamen en pleno. Alerta.
GARANTIZAR EL FINANCIAMIENTO
Lo que buscaban PV y PT, es blindar la existencia de las fuerzas políticas pequeñas, ya que se incluyó una reducción de requisitos para mantener el registro, el trasvase de votos entre las agrupaciones que postulan una candidatura común y que puedan conservar los excedentes del financiamiento público, a fin de usarlos en el siguiente ejercicio fiscal. Partidos satélites artificiales.
Según mediciones recientes, el PV y el PT están en 2% de aceptación, es decir, que si no van en alianza perderían sus registros en 2024. Y con esa fuerza, quieren todo Quintana para los verdes y sus negocios.
VOTOS VERDES INORGÁNICOS
Inorgánico, eufemismo de votos artificiales o fraudulentos. El caso Quintana Roo, en donde los verdes están por arriba del 20%, es secreto a voces la presunción de la añeja compra de votos; incluso se cotizaron en promedio a 500 pesos. Cien mil votos, sumarían 50 millones de pesos. Eso no es dinero para JE.
GOLPE DE ESTADO BLANDO
Son votos “no orgánicos” como se dice ahora. Es una presencia artificial, porque para los verdes, Quintana Roo es un buen negocio. Es un golpe de estado blando que dieron los verdes en 2022, en Quintana Roo, para intentar poner en jaque al actual gobierno morenista.
POR LA PUERTA GRANDE DE LA HISTORIA
Mientras, la cuarta transformación avanza en Quintana Roo, de la mano de Mara Lezama, quien construye un gobierno que pase a la historia por la puerta grande. No como el gobierno de Carlos Joaquín, que huyó por la puerta trasera de la historia, redimido por patriarca, con una embajada de impunidad. Usted tiene la última palabra.