Por Tony Rivero/NOTICARIBE PENINSULAR
CHETUMAL.- Tras darse un nuevo fallecimiento de un reo en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de la capital Chetumal, el titular de la Secretaría de Seguridad Publica (SSP) en Quintana Roo, Alberto Capella Ibarra, advirtió que no hay crisis sanitaria o posibilidad de contagios de COVID-19.
En total han sido 12 elementos del sistema penitenciario que han resultado positivos al virus y se han tomado protocolos sanitarios estrictos.
Como se recodará un interno que estaba aislado en el Área de Visitas Conyugales falleció esta madrugada de jueves en el Cereso de Chetumal.
Ya son tres decesos ocurridos en menos de una semana. Las autoridades informaron oficialmente que se debe a enfermedades crónico-degenerativas.
Al respecto, Alberto Capella Ibarra expuso que se han mantenido los protocolos sanitarios correspondientes para que se logre evitar una situación que pudiera salirse de control.
Desde hace varias semanas, dijo, se han suspendido las visitas de familiares para controlar cualquier contagios y también el personal carcelario ha sido sometido a diferentes pruebas para que se evite propagar el virus.
En este punto mencionó que son 12 los elementos de los centros penitenciarios que han resultados positivos al COVID-19, y a quienes de forma inmediata se han puesto en las medidas sanitarias correspondientes.
Negó que se tenga una situación que pudiera ser alarmante e hizo un llamado a los integrantes de la sociedad y de los diferentes ámbitos para hacer caso omiso de especulaciones con respecto a los temas de manejo sanitario al interior de los centros carcelarios, ya que solo generan incertidumbre.
Apuntó que en caso de que los reos presenten complicaciones por cuestiones de salud ante padecimientos degenerativos, diferentes al COVID-19, se ha implementado en coordinación con la Secretaría de Salud un continúo trabajo de atención en los centros carcelarios, lo anterior por el riesgo de trasladar a un preso para ser atendido en los hospitales, pero al verse saturados por pacientes con este virus podría contagiarlo y con ello propagarlo en la cárcel.
Y es que el jueves de la semana pasada falleció un interno identificado como Manuel Cutz y dos días después Leonardo Burgos Ortega, ambos mayores de 50 años que padecían enfermedades crónico-degenerativas.
Al hacer la revisión esta mañana se encontró que Andrés Uscanga Toledano había sin vida al amanecer.
El dictamen preliminar fue paro cardiorrespiratorio agudizado por diabetes mellitus tipo 2 e hipertensión.
Finalmente, Alberto Capella afirmó que se han mantenido trabajos específicos en cuanto a los protocolos sanitarios y que han sido reconocidos a nivel nacional, ya que en otras cárceles se han generado brotes de contagio de COVID-19 que han sido difíciles de controlar.