Redacción/NOTICARIBE PENINSULAR
MANAGUA.- La furia del poderoso huracán “Iota”, de categoría 4 , con vientos de 250 kilómetros por hora, ha desprendido techos de las viviendas, colapsado el tendido eléctrico e inundado calles en el Caribe norte de Nicaragua, donde el ciclón toco tierra en la noche del lunes.
Aunque alcanzó categoría 5, la más elevada que existe, ha tocado tierra con nivel 4 y vientos sostenidos de 250 kilómetros por hora.
En un informe preliminar, las autoridades reportan ráfagas fuertes de vientos, precipitaciones, caídas de árboles, caída de postes de luz y desprendimiento de techos, sin cuantificar aún en horas de la madrugada de este martes.
Las primeras imágenes de Puerto Cabezas son impresionantes. Los vientos huracanados arrancan de cuajo tejados y árboles. Iota golpea la región solo dos semanas después del paso devastador del huracán “Eta”.
“Ya estaba destruido hace unos días por el huracán “Eta” y ahora está redestruyendo. Es decir, doble destrucción. Es el quinto huracán que estoy viendo en mi vida y este es uno de los huracanes más fuertes y más destructivos que hemos visto. Lo voy a dejar ahí porque está entrando más fuerte el viento…”, dice un vecino de Puerto Cabezas, mientras el intenso viento y la lluvia le obligan a resguardarse en su casa.
“Iota” ingresó cerca de Haulover, donde habitan unas 350 familias con 1.750 personas, en su mayoría indígenas de origen miskito, una comunidad dedicada a la pesca artesanal y al turismo, que fueron evacuados en su totalidad. Aún no se cuenta con ningún informe sobre los daños.
Cielo Rojo
En Bilwi, que es la principal ciudad de la Región Autónoma del Caribe Norte (RACN) de Nicaragua, se registran vientos devastadores y lluvias torrenciales, que provocaron que se cortara la corriente eléctrica y dejaron las calles inundadas, según el informe y testimonios de lugareños, que en videos publicados en redes sociales narran como vuela el zinc por los fuertes vientos.
En Bilwi o Puerto Cabezas, según sus pobladores, la gente está sufriendo torrenciales lluvias y fuertes vientos, mientras el cielo se colorea de rojo y se escucha el crujir de los techos de zinc y el de casas construidas a base de madera, así como la caída de árboles.
Se escuchan las “láminas de zinc volando”, dijo Jason Sam Zamora, originario de Bilwi, quien, a través de las redes sociales, confirmó también las inundaciones.
El Seminario Menor de la Diócesis de Siuna, ubicado en la zona de impacto del huracán, informó que Iota destruyó casi en su totalidad su edificio y provocó el desprendimiento del techo.
40 mil 000 evacuados en albergues
El codirector del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred) de Nicaragua, Guillermo González, aseguró que lograron evacuar antes del impacto del huracán a más de 40.000 personas en 250 albergues, “y una cantidad bastante similar de casas solidarias, incluyendo iglesias”.
Agregó que otros miles se refugiaron en casas de familiares o amigos, aunque no los cuantificó.
El no gubernamental Centro Humbold alertó que hay probabilidades que se incrementen los riesgos de deslizamiento o derrumbes de tierra, debido a que los suelos en el Caribe nicaragüense se encuentran saturados de humedad tras haber sido golpeado por el huracán de categoría 4 “Eta”, el pasado 3 de noviembre.
El director de Meteorología del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), Marcio Baca, afirmó que Iota, que registró vientos de hasta 260 kilómetros por hora, es el huracán más potente que se ha registrado en la historia de Nicaragua.
Las autoridades prevén que el fenómeno siga avanzando por tierra en un lento proceso de debilitamiento hasta degradarse a tormenta tropical antes de ingresar a Honduras.
El punto en el que tocó tierra Iota es 15 kilómetros al sur de donde lo hizo Eta, también de categoría 4, el 3 de noviembre.
Según cálculos de este país centroamericano, “Eta” dejó unas 1.890 casas destruidas y otras 8.030 con daños parciales.