Mario A. Millán Cabrera/NOTICARIBE PENINSULAR
CHETUMAL.— Detrás de la designación de Omega Istar Ponce Palomeque como titular de la Comisión de los Derechos Humanos de Quintana Roo hubo una serie de “pequeños detalles” que la legislatura y los propios integrantes de la comisión ordinaria correspondiente debieron pasar por alto.
Omega Istar Ponce Palomeque se desempeñaba como Coordinadora de Vinculación Interinstitucional y con Organizaciones No Gubernamentales de la Cdheqroo y, al parecer, estuvo involucrada en una red de complicidad con el extitular de ese organismo, Marco Antonio Toh Euan, sobre quien recayeron sendas demandas de juicio político.
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Omega Istar Ponce Palomeque, a quien los propios trabajadores de la Cdheqroo acusan de hostigamiento, acoso laboral y de cobrar sin trabajar, deberá entonces lavar su imagen y reivindicarse con los empleados.
Una extrabajadora de la Cdheqroo de nombre María Antonia Contreras Tino, involucró a Omega Istar Ponce Palomeque en otra demanda en contra de Marco Antonio Toh Euan, su exjefe directo. A ella la acusó de violentar sus derechos humanos al no permitirle atender asuntos médicos e incluso por hostigamiento laboral.
Todo hace suponer que la Comisión de Justicia del Congreso del Estado que preside el diputado Guillermo Brahms González, como declaró y aseguró de principio a fin del proceso, se limitó a analizar los perfiles académicos de los doce aspirantes a ocupar la Comisión de los Derechos Humanos de Quintana Roo, pasando por alto su desempeño y trato, en este caso, de Omega Istar, dentro de ese organismo.
Si es así, la Comisión de los Derechos Humanos de Quintana Roo se convertirá en un polvorín que no tardará mucho en reventar.