Por Gilberto Avilez Tax
El jueves 9 de mayo pasado, por medio del muro del médico pediatra con especialidad en Salud Pública, David Canché Durán, nos enteramos que en la villa de Peto, al parecer, dando lecciones al mundo de que Covid-19 tenía una cura a base de desinfectante para animales de parásitos y pulgas, un médico, Luis Ariel Alcocer Calderón, cercanísimo a las estructuras de poder del antiguo régimen que desgobernó Yucatán, el priísta (es compadre del ex secretario de salud de Yucatán, Jorge Mendoza Mézquita, mismo que lo llevó a ser director del Hospital comunitario de Peto), recetaba la ivermectina para que diabéticos e hipertensos, se previnieran de contraerla. Incluso la recetaba para positivos asintomáticos, tomarlas surtiría el efecto, señalaba falazmente este médico, de “negativizar la prueba en 48 horas” y que prevenía” la sintomatología del Covid-19”.
David Canché Durán, al saber de estos dichos (que eran más que dichos, porque desde la cuenta de Facebook de Luis Ariel Alcocer Calderón, que cerró posteriormente de que se viniera la ola de indignación en redes a nivel estado y que no ha abierto hasta ahora y que tampoco ha fijado una postura para aceptar, explicar o retractarse; Ariel Alcocer recetaba desde su Facebook las dosis a las personas, medicamento que al parecer él mismo se encargaba de vender, a precios exorbitantes, en su farmacia particular) alertado por otro médico del sur de Yucatán, con amor hacia su oficio y con pundonor de defensor de la ciencia médica, alertó a medio mundo contra este vendedor de milagros, que “entre los frascos de específicos y las yerbas de consuelo”, pienso que tal vez respondía, con falta total de ética y actitud científica, a la gente necesitada de que ciertos Blacamanes -buenos o malos- les vendan a la de ya ciertos milagritos, específicos e infusiones santas, como contraveneno que se pueda convertir en “la mano de Dios en un frasquito” contra el coronavirus. El especialista posteó en su Facebook ese mismo día 9 de mayo:
“GENTE DE PETO Y ALREDEDORES NO ES VERDAD ESTA INFORMACIÓN, ES INCREÍBLE QUE SE MAL INFORME AL PÚBLICO Y ADEMÁS SE LUCRE CON UNA MENTIRA.
Hay que ser un verdadero desgraciado para lucrar con la gente humilde y crèdula, ello en cualquier tiempo, pero más cuando se tiene una enfermedad mortal circulando, la gente que cree en este charlatán se confiará, creerán qué están protegidos y se contagiarán. Doctor Luis Ariel, es un peligro lo que está haciendo, ¿dónde está el estudio qué demuestre lo que Ud está informándole a esta gente? ¿Es Ud médico?, que es muy irresponsable el decir que la Ivermectina previene el coronavirus, no es verdad, está Ud o muy mal informado o se está aprovechando de las personas. Gente de Peto, no es verdad, no previene ni cura el Coronavirus, no estén tomando ese medicamento, pueden dañarse ustedes y a sus niños”.
La noticia del vendedor de milagros, de infusiones mágicas, de yerbas de consuelo, específicos y pastillas curalotodo contra el Coronavirus en la villa de Peto, corrió como pólvora por todas las redes, y tres portales de noticias de Yucatán, dieron cuenta de ello. En Hazruido, el periodista Herbert Escalante, trabajando datos del medio de comunicación Verificado, en su proyecto #COVIDconCiencia, indicó que la ivermectina no ha sido probada en animales ni en humanos”, y que no se podía asegurar que funciona como tratamiento para Covid-19. Las pruebas únicamente han sido in vitro, es decir, que el compuesto ha sido probado en células cultivadas en laboratorio, pero no en sistemas hartamente complejos como los de los humanos.[1]
Al momento mismo de saber esta soberana idiotez, comenté en las redes, que el médico Ariel Alcocer Calderón, también era primo del actual alcalde autoritario de Peto que está peleado con la razón y los derechos humanos, Édgar Calderón Sosa. Entre los dos han dado muestras palpables de la incompetencia caciquil que corroe a la Villa de Peto. El médico vino a a contradecir no sólo a López-Gatell sino a medio mundo (a científicos rusos, chinos, israelitas, gringos), y por su imaginación macondiana, fuera de la realidad este Bracamán de los últimos días, propone un medicamento para prevenir el Covid y pone en peligro la vida de tantos crédulos. Si está diciendo, si afirma sin sombra de duda ese tipo de barbaridades, de que con un purgante para caballos y mata pulgas el Covid-19 desaparecerá de la faz de la tierra, creo que incluso puede ser acreedor de que se le inhabilite para seguir ejerciendo como médico. Señalé que, sin duda, esto merece una sanción fuerte y decidida del colegio de médicos de Yucatán, se necesita igual su inhabilitación para ejercer la profesión por las autoridades estatales de salud, toda vez que se observa una infidelidad manifiesta al juramento hipocrático, que, entre otros puntos, señala: “Ejercer vuestro arte con conciencia
[1] “Médico ofrece a pobladores de Peto falsa medicina contra el Covid-19”. Herberth Escalante. Hazruido. 10 de mayo de 2020.
y dignidad…Hacer de la salud y de la vida de vuestros enfermos la primera de vuestras preocupaciones”.
Han pasado más de 48 horas de que la vindicta y la denuncia pública se haya presentado, y el gobierno de Yucatán ha guardado total hermetismo, no existe ningún comunicado. ¿Acaso este médico, sobrino de caciques e intento de cacique él mismo, sigue teniendo sus compadres en la SSY? Siendo ex director del Hospital comunitario, pesa en contra de él una denuncia ante la fiscalía y la contraloría del estado, denuncia que ha estado más lenta que una tortuga coja.
Por cierto, hay que decir que, en los tiempos que fue director de ese hospital comunitario de la Villa de Peto (durante los dos sexenios priístas de Ortega Pacheco y Rolando Zapata Bello), todo el pueblo de esa Villa vio cómo la clínica particular del señor, La Asunción, ampliaba su edificio, se equipaba con los mejores utensilios médicos, y cuando salió de ser director, cuando vino el cambio panista, en pocos meses, para enero de 2019, comenzó a darse el lujo hasta de rentar tanques de oxígeno y camas clínicas. Es decir, siguiendo lo que recientemente ha señalado el presidente de la república, en el sur de Yucatán existe un ejemplo clarísimo de esta reconfiguración privatizadora que sufrió el sector salud en los años de la dominancia neoliberal:
“Las transformaciones del sistema de salud mexicano a partir de los años ochenta han sido modeladas por reformas neoliberales, en el campo social y sanitario se rigen por la lógica de privatización/ mercantilización y neobeneficencia. En esta dinámica, reordenan las características de los sistemas de protección social y modifica la relación público-privada”.[1] Blacamán el priísta de la Villa de Peto, resultó en otro de los tantos mercantilistas que medraron en un sistema podrido de salud en el país, y que dejó cifras del horror en cuanto a la poca accesibilidad de la salud de los mexicanos, los cerca de 326 hospitales que nunca se terminaron en México, las mafias farmacéuticas enquistadas al poder político y éstos sacando su rajada con ellas, y médicos políticos del viejo régimen que se hicieron pequeños y pujantes
[1] “La reforma neoliberal de un sistema de salud: evidencia del caso mexicano”. Olivia López Castillo y Édgar Jarillo Soto. En Cad. Saúde Pública 2017; 33 Sup 2:e00087416.
empresarios gracias a los cochupos y las componendas de su partido. El Blacamán de Peto creía, o cree, que todo seguirá igual.