Uucil Abnal (Chichén Itzá) es el lugar del k’atun 4 Ahau.
Sólo habrá calamidad para Chichén Itzá.
No habrá calabazas ni maíz.
Son despertados por el amanecer, frente al sur, enfermos, tendrán la muerte en los ojos, llorando por la falta de maíz y agua.
La muerte es la carga del k’atun por el hundimiento de los poderes mayas antiguos y por enfermedades mortales
La carga del k’atun es la ausencia de alimentos.
Vendrá el quetzal y el cotinga
Los hombres sufren por su trabajo duro.
Llegada de aves
De esta manera pasará el k’atun.
Habrá una gran mortandad por enfermedades.
Así habló el Chilam Balam.
Por Gilberto Avilez Tax
Recientemente, nos enteremos por Noticaribe Peninsular que, siguiendo la fresca tradición coyuntural del cierre de “fronteras” municipales en Yucatán; Valladolid, la sultana del oriente y con fuerte relación social, cultural y económica con Cancún y la Riviera Maya desde tiempos de antes que existía siquiera el camino de las arrias por los cuales transitaban los chicleros en busca de la resina de los zapotes; ha decidido amurallarse a cal y canto, como en tiempos del lejano acontecer histórico cuando estaba prendida la tea de la Guerra de Castas y Valladolid en varias ocasiones fue saqueada y devastada por las hordas de los mayas orientales.
Ahora no se atrincheran para hacer frente a una horda rebelde, se atrincheran debido a un ser microscópico que a escala planetaria ha modificado la vida entera del planeta. Ante el avance sostenido del Covid-19 en la Península, la semana pasada los vallisoletanos decidieron “amurallarse” y reforzar los filtros de entrada a esa ciudad oriental de Yucatán,[1] la que por cuestiones históricas recientes (el turismo, el Proyecto Cancún, la migración de vallisoletanos a la costa oriental de la Península; así como el hecho de que desde hace 20 años, Valladolid poco a poco se ha convertido en una ciudad con fuerte oferta de universidades para cancunenses de clase media y popular a los que se les dificulta pagar las altas colegiaturas de universidades privadas), tiene una gran relación con el Caribe mexicano, y, sobre todo, con Cancún.
Y la paranoia de las autoridades morenistas de esa ciudad yucateca, no descansa en el aire, pues después de Mérida, Valladolid es la ciudad yucateca con el mayor número de casos de Covid-19 en Yucatán. Estadísticas recientes señalan que Mérida (con 246 contagios), Valladolid (16), Umán (10), Kanasín (7) y Ticul (6) tienen, en conjunto, el 86% de los pacientes de Covid-19 diagnosticados en Yucatán.[2] Y en entrevista reciente con el director de Noticaribe Peninsular, el presidente municipal Enrique Ayora Sosa, de extracción morenista, señaló que de los nueve casos de Covid-19 que hasta el 24 de abril tenía Valladolid (la cifra ha subido a 16), seis fueron importados de Quintana Roo: “Recibieron familiares que trabajan en Quintana Roo, y que cada semana llegan, y por ahí pudo llegar el contagio”. Ayora Sosa señala que este “rastro epidemiológico de Quintana Roo” en los casos de Valladolid, no es restrictivo de esa ciudad, pues en el municipio hermano de Chemax, al menos cuatro casos fueron “importados” de Quintana Roo.[3]
La sospecha de que de Quintana Roo y sus zonas turísticas provendría el virus, lo barajaban desde hace un mes varios municipios fronterizos al estado. En Tizimín, por ejemplo, desde el 25 de marzo se cerraron “las fronteras” con el municipio de Lázaro Cárdenas, “sin permitir el paso de vehículos y personas provenientes del estado de Quintana Roo”, con el objetivo de mantener “el blindaje contra el coronavirus”.[4] De hecho, adelantados casi un mes a los pueblos de Quintana Roo, muchos municipios yucatecos cerraron con palos y piedras, y hasta improvisaron puertas a la usanza de las corridas de toros, para sellar sus demarcaciones y rutas de acceso, ante el temor de que se propague el virus.[5]
El angustioso número de contagiados por Covid-19 en Cancún y el norte de Quintana Roo, se puede y se ha explicado porque las zonas turísticas son las que más conectadas (la hiperconexión turística) se encuentran con el mundo, con Europa y con Estados Unidos, lugar este último de donde son la mayoría de los turistas estadounidenses de clase media y baja que visitan Cancún, los famosos spring breakers. Ahora que la recesión se está presentando con toda su faz negativa en Estados Unidos y en Europa, ahora que la segunda economía del mundo necesita rescatar a sus pequeñas empresas y dar cobertura a hospitales,[6] los visos de un regreso a la “normalidad” turística en Quintana Roo son muy complicados para este año porque el Covid-19, sin vacuna hasta ahora, no ha golpeado solamente en la salud sino, sobre todo, en los mercados mundiales; es difícil el regreso a la normalidad para junio, como optimistamente sugiere la firma más grande del turismo en el país, Xcaret,[7] a pesar de que el gobierno esté dispuesto a gastar de más en campañas digitales y relaciones públicas (RP) para la promoción de los destinos.[8]
De hecho, la normalidad se ha hecho añicos en un mundo post-covid-19, donde hemos comprado qué tanto nos afecta el efecto mariposa y que el sistema neoliberal ha sido totalmente cuestionado en sus postulados por un virus que ha venido a reforzar la presencia del estado en sectores como el sector salud, que fueron severamente privatizados en tiempos de la hegemonía neoliberal, y Quintana Roo no ha sido la excepción, con gobiernos canallas como los del Felixismo-borgismo, que desmantelaron, desviaron, corrompieron el de por sí frágil sistema de salud en el estado. El Covid-19, en Europa, en Estados Unidos, pero también en el Quintana Roo del turismo neoliberal, ha venido a cuestionar de forma inapelable este sistema capitalista neoliberal que estructuraba la desigualdad, el racismo y el clasismo como política de gobierno, invisibilizando al Estado y a las clases populares:
“El largo autismo neoliberal es ampliamente criticado, en particular a causa de sus políticas devastadoras de privatización a ultranza de los sistemas públicos de salud que han resultado criminales, y se revelan absurdas. Como ha dicho Yuval Noah Harari : « Los Gobiernos que ahorraron gastos en los últimos años recortando los servicios de salud, ahora gastarán mucho más a causa de la epidemia”… Se habla ahora abiertamente de nacionalizar, de relocalizar, de reindustrializar, de soberanía farmacéutica y sanitaria. La economía mundial se encuentra paralizada por la primera cuarentena global de la historia. En el mundo entero hay crisis, a la vez, de la demanda y de la oferta. Unos ciento setenta países (de los ciento noventa y cinco que existen) tendrán un crecimiento negativo en 2020. O sea, una peor tragedia económica que la Gran Recesión de 1929. Millones de empresarios y de trabajadores se preguntan si morirán del virus o de la quiebra y del paro. Nadie sabe quién se ocupará del campo, si se perderán las cosechas, si faltarán los alimentos, si regresaremos al racionamiento… El apocalipsis está golpeando a nuestra puerta”.[9]
En un sistema global como el actual, ninguna zona está aislada del resto. Es el caso de las zonas adyacentes a las zonas turísticas, esos “hinterland” (zonas de influencia) de ellos, o como se denomina en los estudios de geografía histórica, el “traspaís”, la zona de influencia o región complementaria de un núcleo de actividad económica. Cancún y las zonas turísticas tienen a su “traspaís”, y por ello entendemos a “la región tierra adentro, de carácter rural, contigua a un espacio turístico litoral, en la que surge una oferta alternativa y complementaria a partir de la posibilidad que se brinda al turista de entrar en contacto con la naturaleza y la cultura local, representadas por elementos del patrimonio tangible e intangible”.[10] El traspaís de Cancún y la Riviera Maya, en Quintana Roo y Yucatán, serían los municipios de Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, Valladolid, Chemax y todo el oriente. Por cuestiones que tiene que ver con una mayor infraestructura hotelera y urbana, una relación de significancia social, Valladolid sale de ese concepto de traspaís y se convierte en una región conectada sustancialmente con la zona norte del estado de Quintana Roo: el hecho de que Valladolid sea ruta o acceso a Chichén Itzá, de haber sido declarado anteriormente como “pueblo mágico”, por su historia colonial (el convento de Sisal comunicado por una “calzada de los frailes”), por su raigambre maya y su Xcaret-ización que no dice su nombre, su cercanía con la ruta de la Guerra de Castas de Quintana Roo y de Yucatán mismo, por su rica y variada oferta gastronómica,[11] su mítico cenote Zací en pleno centro, así como su vocación por el turismo desde tiempos del socialismo yucateco (la ruta de conexión que se dio en tiempos de Carrillo Puerto), y, más cercano en el tiempo, con la presencia de Xcaret desde hace más de una década y concretizado recientemente con el parque temático “maya” llamado Xibalbá del grupo Xcaret (una inversión de 3 mil 314 millones de pesos),[12] Valladolid, en trabazón económica y social con Cancún y la zona norte de Quintana Roo, puede ser considerado como un territorio turístico construido en estos cincuenta años de Cancún.
En términos simples, este territorio Valladolid-Cancún, conectado con rapidez por la única autopista de cuota de la Península (y la más cara del país, hay que decir), es un espacio “culturalmente construido por una sociedad a través del tiempo. En el lejano año de 1959, once años del inicio del Proyecto Cancún, se termina la construcción de la carretera Valladolid-Puerto Juárez, que comunicaría con Isla Mujeres a través de lanchas (la forma como se comunicaban entre Puerto Juárez e Isla Mujeres, es curiosa: desde Puerto Juárez se hacía reflejar un espejo, avisando con esto a los isleños de la llegada de pasaje desde Valladolid); y la construcción de esta vía de acceso a la costa oriental, marcó el inicio del turismo extranjero y nacional en Valladolid.[13] Actualmente, muchas de las casonas del centro de Valladolid y barrios históricos, se han convertido en hoteles. Esa reconversión de las viejas familias “patricias” del lugar, ha sido sostenida. Hace 25 años, el cronista vallisoletano Méndez Baeza señalaba que “hay turistas que toman a Valladolid como base para desplazarse a los distintos puntos de interés que lo rodean (incluyendo Cancún), aprovechando así su situación geográfica, sus comunicaciones, sus instalaciones y sobre todo el precio de sus servicios, lo que hace que se esté transformando en destino turístico en vez de ciudad de paso, como se le consideraba hasta ahora”.[14]
Actualmente, se calcula que alrededor de 30 mil vallisoletanos han afincado su vida en Cancún. Esta relación es histórica, ¿pues de dónde creen que provinieron las familias blancas, mestizas y mayas que poblaron las islas cuando la guerra de castas? De la región oriental. ¿No el corruptazo y millonario impune de Francisco Alor Quezada tiene orígenes vallisoletanos?[15]
Hoy que el Covid-19 ha puesto en estado catatónico al turismo, el barco se resiente no sólo en la región cancunense, sino en la región vallisoletana: ha dejado de llegar los camiones de Xcaret, los turistas son una fauna en peligro de extinción, y Chichén Itzá cerró sus puertas milenarias. El cierre de Chichén dejó en situación difícil a más de 2 mil 500 artesanos de manera directa, y de forma indirecta, a más de 10 mil personas de las comunidades cercanas como Pisté, Xcalacoop, Dzitás, Xocempich. Y en la relación directa de personas viviendo en Cancún, los constructores y albañiles mayas, la afectación no sólo ha sido laboral, sino que el contagio por Covid-19 se ha dado, como hemos señalado líneas arriba.
¿El regreso de la milpa maya en tiempos del Covid-19?
Hace 20 años apenas, Alicia Re Cruz vio a Cancún como una nueva “milpa urbana” donde los mayas de Chan kom se presentan en estos tiempos de cambio climático y post-ruralidad: “Los emigrantes mayas intentan acomodarse a lo desconocido urbano utilizando su bagaje cultural maya; es así como «mayanizan» la geografía de su entorno y su experiencia como emigrantes, conceptuando la ciudad como «su nueva milpa».[16] La milpa maya, según estudios recientes, ha entrado en una fase de decaimiento o envejecimiento que podría ser fatal para la sociedad maya que le dio origen, si no se hace algo para revertirlo.[17] Con proyectos turísticos que desde su origen estuvieron peleados con el ambiente como Cancún, y que produjo la fuerte concentración de capital en un único polo, obviando a las zonas aledañas,[18] la milpa comenzó a ser secundaria en las nuevas generaciones de mayas de la Península, que dejaron la coa por la pala de los media cucharas, en los nuevos “obrajes” del turismo neoliberal del Caribe mexicano. Pero tal vez el Covid-19 vino a ponerle un freno a este olvido aparente de la milpa maya, tal vez el Covid-19 nos vino a señalar que la dependencia exclusivista del turismo es nocivo para todos. ¿Se puede hablar de un mundo post turismo en el Caribe mexicano, después del Covid? Y lo que es más acuciante, ¿puede ser esto el comienzo de un despertar de la milpa maya para las nuevas generaciones de hijos y nietos de campesinos desarraigados por el turismo de sus lugares de origen? Para Castillo Cocom, “los datos duros indican que la milpa tal vez no tiene remedio…… Sin embargo, el COVID-19 puede que haya hecho el milagro del retorno a la tierra de los mayas….EL COVID HIZO TRIZAS LA INDUSTRIA DEL TURISMO. Se acabó el Quintana Roo que conocimos”. A esto, comenté lo siguiente: “el covid-19 puede que haya sido el portento, la última profecía del Chilam Balam de Xoquenpich no escrita, pues como vemos, ha venido a desestructurar de raíz, más que la influenza porcina de hace once años, la industria criminal turistera del caribe mexicano. Ojalá y la inanición de uno -el turismo en el caribe mexicano- sea la regeneración de otro, la milpa maya. Y con esto, la metáfora de Alicia Re Cruz, que vio a Cancún como una gran milpa moderna, se revertiría”.
En Xocempich, y como en muchos pueblos mayas de la Península, el surgimiento de Cancún tuvo consecuencias no sólo económicas, sino igual agrícolas y hasta afectivas. Cuenta Castillo Cocom:
¿Cuál es la relación que existe o ha existido entre Xocempich y Cancún? Son relaciones relativamente nuevas. Cuando inicia la construcción de Cancún, se generó una gran migración de personas hacia ese polo, para ser mano de obra para la construcción. Uno de los mejores albañiles de Yucatán, fue don Juan Chan, que falleció recientemente. Don Juan Chan emigró a Cancún a inicios de 1970, comienza trabajando como maestro albañil, y posteriormente, como era bueno en su trabajo, fue empleado de confianza de las compañías constructoras, hizo mucho dinero, su esposa e hijos viven hasta la fecha en Cancún. Para mí, Cancún me afecta en el área de los sentimientos. Yo era un niño cuando veo que familias enteras de Xocempich, niños con los que crecí, se fueron a Cancún y no los volví a ver. Hubo varias casas abandonadas, familias enteras se fueron, aún existen esas casas vacías en Xocempich, cuyos dueños se fueron y jamás regresaron. A mí sí me ha causado dolor el haber dejado de ver a esas personas, añoro a esos amigos que hace 50 años no veo, sé que están por allá, en Cancún, de vez en cuando recibo noticias que me cuentan qué están haciendo, que los vieron en un parque, en un súper, pero hasta allá”.[19]
El retorno de los hijos pródigos de Sacalaca
En conversación con el maestro Ismael Briceño Mukul, al inicio de la pandemia, me contó de la miríada de sacalaquenses que regresaron a su pueblo después de haber perdido sus trabajos en la zona turística de Quintana Roo:
“Están llegando todos los de Cancún acá. Todos los de Cancún a los que les quitaron el trabajo en los hoteles, están llegando. Hoy, después de muchos años, de que se van y vienen para las fiestas patronales y todas las fiestas, y de que algunos ni siquiera se acordaron de nuestras fiestas y ni de sus madres, hoy Sacalaca los acoge y los abrasa y aplaude hasta con lágrimas a los hijos pródigos del pueblo. Es tiempo de amor y de amistad más que la navidad, más que el día de las madres, hoy Sacalaca acoge a sus hijos pródigos, quienes se fueron por falta de una oportunidad y hoy que ya no le sirve al turismo y ni los puede mantener, los manda a la casa, a su lugar de origen. Sacalaca, como una madre generosa, los acoge en su seno”.[20]
Tal vez el regreso de los sacalaquenses sea el inicio del fin de estos dos katunes del turismo en estas antiguas tierras de los mayas.
[1] Noticaribe Peninsular. 22 de abril de 2020. “Amurallan Valladolid: impiden la entrada a ‘personas ajenas y piden reportar a extraños”.
[2] Diario de Yucatán. 27 de abril de 2020. “Mérida, Valladolid y Umán con mayor número de casos de Covid-19”.
[3] Noticaribe Peninsular. 24 de abril de 2020. “Exclusiva: Quintana Roo exporta contagios de Covid-19 a Valladolid y oriente de Yucatán.
[4] Por Esto! 25 de marzo.
[5] Reforma. 29 de marzo de 2020.
[6] https://www.youtube.com/watch?v=srp9dQP8ZDQ
[7] Noticaribe Peninsular. 25 de abril de 2020: “Ya puso fecha: en medio de la pandemia por Covid-19, Xcaret anuncia reapertura el 1 de junio”.
[8] https://www.infobae.com/america/mexico/2020/04/10/sector-turismo-prepara-tres-campanas-digitales-para-recuperarse-del-efecto-del-covid-19/
[9] Léase concienzudamente el largo ensayo de Ignacio Ramonet al respecto, del cual extraje este párrafo: “La pandemia y el sistema-mundo”. La Jornada. 25 de abril de 2020.
[10] Marcela Jiménez Moreno. “Perspectivas de los jóvenes frente al turismo en el traspaís del corredor Cancún-Riviera Maya”. Tesis de maestría en Ciencias. CINVESTAV. 2016.
[11] Pienso en “la ruta de las tías”, restaurantes de comida tradicional; pienso en Temozón y sus carnes ahumadas.
[12] https://www.elfinanciero.com.mx/peninsula/xibalba-el-primer-parque-de-xcaret-en-yucatan-estara-listo-en-2020
[13] Ricardo Méndez Baeza. “Valladolid de 1930 a la época actual”. En Renán A. Góngora Biachi y Luis A. Ramírez Carrillo (1993). Valladolid: una ciudad, una región y una historia. México. Ediciones de la Universidad Autónoma de Yucatán.
[14] Méndez Baeza, pp. 377-378.
[15] https://www.animalpolitico.com/2010/12/%C2%BFcomo-volverse-rico-la-historia-del-procurador-de-cancun/
[16] Alicia Re Cruz. “Turismo y migración entre los mayas de Yucatán. Las nuevas milpas de Chan Kom”. Revista Española de Antropología Americana. 2006, vol. 36, 149-162.
[17] Ebel R. y J. Castillo Cocom (2012). “X-Pichil: From Traditional to ‘Modern’. Farming in a Maya Community”, en Word Academy of Science, Enginnering and Technology 69, pp. 1203-1213.
[18] Hace once años, un investigador del surgimiento de Cancún señalaba lo siguiente: “Es innegable que los Centros Turísticos Integralmente Planeados cumplieron con el objetivo de atraer turismo y de captar divisas. Sin embargo, el resto de los objetivos con los que se justificó la creación de Cancún, tales como impulsar el desarrollo regional y la diversificación de las actividades económicas en la región, no se cumplieron”. Alfredo E. Fernández de Lara Gaitán. “Cancún. Las contradicciones socio-ambientales de un desarrollo turístico integralmente planeado 1970-2000”. En Macías Richard, Carlos et al (2009). Cancún: Los avatares de una marca turística global. México. UQROO-Conacyt, p. 179.
[19] Transcripción de un audio entrevista con el Dr. Juan Castillo Cocom. 25 de abril de 2020.
[20] Conversación personal
[1] Transcripción de un audio entrevista con el Dr. Juan Castillo Cocom. 25 de abril de 2020. [1] Conversación personal