Por: Jorge A. Martínez Lugo
- SE AGOTÓ EL JUEGO DEMOCRÁTICO
- ¿LE AMARRARÁN LAS MANOS A LOS VERDES?
Hablaremos en esta entrega en tiempo pasado. La novena gubernatura de Quintana Roo ya se decidió. Mara Lezama Espinosa será la primera gobernadora de Quintana Roo.
El proceso a partir de ahora, toma otro giro. Los cuartos de guerra, todos, no durmieron anoche. Las estrategias están desde ahora mismo en revisión, porque las cuentas ya serán diferentes después de este domingo 20 de febrero.
Ya hay un equipo ganador desde 42 días antes que comience la campaña y a tres meses y medio del día de las elecciones.
Todavía habrá de evaluarse, cuánto influyó la irrupción de Roberto Palazuelos y sus amenazantes números en las encuestas, al encenderse los focos rojos en el entorno de la candidatura de Mara, tanto, que les obligó a meter freno de mano.
Se decidió acabar con el juego democrático. Una elevada aceptación del presidente Andrés Manuel López Obrador, no es garantía de triunfo para Morena y no quisieron arriesgarse a comprobarlo. Ya tuvieron un susto en Campeche y una derrota en Nuevo León.
Ahora lo que viviremos es una elección más cercana a lo que los sociólogos llaman “Elección de Estado”, como en la época dorada del PRI. Incluso en las fotos, eran los mismos rostros.
Las elecciones llamadas de Estado, funcionaron bien durante muchos años y dieron estabilidad al sistema político mexicano, pero se descompusieron desde hace más de cuatro décadas, hasta 2018, cuando vivimos un verdadero quiebre hacia una transformación democrática, que ahora se pone a prueba en los estados.
Lo que vivimos ahora en Quintana Roo, fue una operación política, bajo presión, que obligó a desencadenar los amarres, bajo el riesgo de pérdida de control. También es parte de la democracia y de su calidad. En esta operación, como todas en su tipo, habrá personajes damnificados y otros beneficiados.
No necesariamente veremos una campaña aburrida; sólo que los intereses estarán colocados en otras dimensiones. Como ya sabemos quién va a ganar, entonces, las miradas se dirigirán al tono de los discursos, a los integrantes de los equipos, así como a las listas de candidaturas hacia la XVII Legislatura.
¿Le podrán amarrar las manos a la mafia verde? ¿Hay voluntad de hacerlo? ¿O el reparto será más amplio, por tanto, mayor el saqueo?
Ahora la disyuntiva no será quién va a ganar la gubernatura, sino cuánto podrá avanzar cada partido en los resultados del 5 de junio. ¿A qué partido podría perjudicar o beneficiar este nuevo escenario?
¿Cómo actuarán las fuerzas políticas en la nueva composición? ¿Habrá juego democrático o seguirá la compra de conciencias? Hay más preguntas que respuestas.
Son temas para futuras entregas. Por ahora hasta aquí lo dejamos, con el compromiso de continuar aportando elementos a usted, quien tiene la última palabra. Chetumal, 210222.