MEXICALI.- En respuesta a la negativa de cerrar sus puertas ante la contingencia sanitaria por el COVID-19, las industrias norteamericanas Eaton y LG, asentadas en esta ciudad, fueron suspendidas hoy por el gobierno del estado, porque forzaron a sus empleados a trabajar y rechazaron la orden de enviarlos a casa con el pago íntegro de su salario.
Además, a la empresa Spectrum se le entregó un aviso para que mañana justifique que realmente es una industria esencial.
“No quisimos coartar ese derecho que tienen, pero de antemano se los digo: sabemos que no tienen esa esencialidad que requiere el acuerdo del 31 de marzo y 6 de abril, por lo tanto, mañana se suspenden las actividades de esa empresa”, adelantó el procurador del Trabajo, Eric Medina Sánchez.
La víspera, Apro dio a conocer los “paros laborales” a los que recurrieron los trabajadores de Spectrum, Eaton y LG, las tres empresas transnacionales de capital norteamericano, porque les exigieron cumplir con sus horarios laborales y se negaron a enviarlos a casa con el pago de su salario íntegro. Además, denunciaron que no contaban con las medidas de higiene mínimas para evitar el contagio de covid-19, como las mascarillas.
Hoy, en otro recorrido por industrias como Jonathan, SL y MTS, donde empleados de los tres turnos realizaron un “paro laboral” con la misma demanda, se pudo constatar que adolecen del mismo problema, pero en su pretensión de no detener la producción, les están ofreciendo un bono semanal de 20 a 40% de su salario, sin importarle la salud de los empleados.
Detrás de la reja del comedor y sin abandonar las instalaciones de la compañía, porque se encuentra en paro, Everardo López, empleado de Jonalthan, detalla: “Tenemos temor de que el material del almacén esté contaminado y todos estamos corriendo el riesgo. En el transcurso de 14 días vamos a ver quién se contagió”.
Hace un par de semanas, añade, el almacenista Héctor Barrientos se contagió, y “a él sí lo mandaron a su casa, pero a nosotros no nos dan un papel que diga que el material está libre de covid”.
Daniel, otro de los trabajadores de Jonathan, dice que iniciaron el paro ayer, en el turno de la tarde, y este miércoles hicieron lo mismo los de la mañana. En la tarde otros 150 trabajadores continuaron en suspensión.
“El gerente nos ofreció que el que no quisiera trabajar se fuera a su casa a cambio de sus vacaciones, a otros que se quedaran con un 20% de aumento. Al rechazar la propuesta, subió la oferta a 40%”, añade, pero no aceptaron.
“No queremos dinero, sino bienestar para nuestra familia. Nos estamos contagiando del COVID y está bien peligroso esto. Ya hay dos contagiados y están en sus casas. Queremos la salud, no queremos dinero, ni bono, ni que nos paguen doble, sino que cumplan con el decreto del presidente, donde todas las fábricas no esenciales cierran y deben pagar el 100% de nuestro salario”, abunda Daniel.
Susana, quien labora en el área de mantenimiento, afirma que no les han dado cubrebocas, ni siquiera porque se trabaja con acero y aluminio que suelta polvo y es peligroso. “Nosotras nos exponemos, lo denunciamos y esperamos que no tomen represalias porque ya andan diciendo que lo harán”.
En la empresa Jonathan se dedican a producir rieles o correderas, como les llaman los trabajadores. Parte del material que elaboran es para la confección de ametralladoras y tanques de guerra, que envían a Estados Unidos, y en forma ocasional partes para telecomunicaciones.
“Cuando nos dijeron que vendrían los de la Secretaría de Salud y del Trabajo, para comprobar que cumplían con las normas de higiene, cubrebocas, la distancia y gel antibacterial, pusieron enfrente productos de telecomunicaciones, pero esos no los estamos haciendo aquí.
“Pero la gente que dicen que eran de las secretarías, no traían ni gafetes ni nada que los identificara y creemos que eran paleros. En la junta de ayer nos dijeron que vino esa gente y les dijo que todo estaba en regla, que sí somos industria esencial. Pero también nos dijeron que estábamos haciendo muy mal al realizar los paros”, relata Patricia.
La empresa Jonathan está en la mira de la Procuraduría del Trabajo porque, al igual que Honeywell y Newell, son las que tienen más quejas, adelantó el procurador, y dijo que mañana irán a inspeccionarlas.
Empleados de SL y MTE pararon labores ayer y hoy. La exigencia es que les comprueben que son empresas esenciales y se quedan a trabajar, de lo contrario, que los manden a sus casas a resguardarse del virus, con el 100 % de su sueldo.
José Julio, quien lleva nueve meses trabajando en MTE, explica que ellos producen transformadores y reactores, por lo que no son una empresa esencial, pero SL sí lo es porque producen fuentes de energía para hospitales.
Sin embargo, aclara, ambas empresas son de un mismo dueño y están ubicadas en el mismo predio, SL está en la parte frontal y en la parte de atrás se encuentra MTE.
Junto con una veintena de compañeros, quienes portaban mascarillas especiales, que no son de higiene, José Julio asegura que presuntos empleados de Salud y del Trabajo fueron a verificar la empresa SL, y a ellos que son de MTE los confinaron en la parte de atrás, “bajaron la cortina y no nos dejaron salir para que no denunciáramos que nosotros no hacemos trabajo esencial”.
Desesperados, los trabajadores de MTE se quejaron de que no tienen cubrebocas, distancia, ni gel, y están temerosos de contraer el virus. Por ello, este jueves, junto con los empleados de Jonathan, cerrarán los accesos al parque industrial Siglo XXI, para evitar las labores en todas las industrias que se encuentran ahí, como Spectrum, porque se niegan a parar labores.
Con evidente coraje, empleados de Jonathan han dicho que, de no parar, podrían incendiar la fábrica, pero otros tratan de convencerlos de que no lo hagan. Y del lado de MTE adelantan que sólo quieren un papel que demuestre que no están en peligro, “pero un oficio del gobierno con sellos”, subrayan José Julio y otro joven empleado, quien al ver que los reporteros se iban del lugar, con mirada desesperada pidió que la denuncia se hiciera pública para que la gente se entere de lo que está ocurriendo en las empresas norteamericanas.
El procurador del Trabajo en el estado, Medina Sánchez, mencionó que Spectrum, la empresa que fabrica chapas para puertas, ha asegurado que es una industria esencial, pero este miércoles será suspendida por el gobierno. Hoy ya le dejaron el aviso.
En caso de negarse a suspender actividades o violar una suspensión, las empresas se hacen acreedoras a una multa de 400 mil pesos por cada empleado, así como a la clausura o la pérdida definitiva del permiso para operar.
“Pero más que se les cobre una cantidad a las empresas, lo que queremos es que la empresa pondere la vida del trabajador. Cofepris, ayuntamiento y la Secretaría del Trabajo estamos laborando para salvaguardar los derechos (del trabajador) y en general de todo el estado, porque un contagiado puede contagiar a más gente”, señaló el funcionario estatal.
Al explicarle que los gerentes de diversas maquilas están ofreciendo vacaciones o el pago de bonos, a cambio de que sigan laborando, el procurador pidió a todos los empleados que no acepten nada que no sea el envío a sus casas, con el 100% de su salario, pues así lo marca el decreto presidencial.
Finalmente, rechazó haber firmado algún oficio que respalde a las empresas mencionadas, es decir, que se les considere esenciales.
La Procuraduría suspendió hoy a las industrias Eaton, LG y la mexicana de la construcción Zahori, y entregó avisos a Spectrum y Autoline, válidos por 24 horas. El siguiente paso, si no se justifica lo esencial, es la suspensión de actividades mientras pasa la contingencia.