Carlos Chablé Mendoza
Estamos a unas horas de que finalicen las campañas de las candidatas a presidenta municipal de Felipe Carrillo Puerto. Según la legislación electoral mañana miércoles será el último día de proselitismo, pero hace días que comenzó una campaña subterránea que busca “revertir tendencias”.
En esta última etapa de la competencia la candidata del oficialismo tiene toda la asesoría de políticos que formaron parte de gobiernos anteriores, incluso de un expresidente. Ella misma, mecida en cuna priista, no es nueva en el tema, invertirá lo necesario, hasta dinero público, y tendrá el recurso de quienes desean continuar siendo beneficiarios directos de la falsa transformación.
Hoy y mañana podrán atiborrarse calles, avenidas, parques y domos con cientos o hasta miles de gentes, pero lo cierto es que será el domingo 2 de junio cuando veremos lo efectivas que fueron las campañas electorales y la campaña subterránea de la candidata de la falsa transformación, Mary Hernández.
La maestra María Luisa Poot Ek, postulada por el PRD, como una candidata excepcional, tiene ventaja por su evidente empatía y su liderazgo demostrado con la gente.
Las imágenes de 40 días de campaña hablan: las fotos y videos de Mary Hernández son muestra clara de su soledad, de falsedad, como ansiosa en busca de algo en medio de decenas de personas amenazadas y acarreadas a sus eventos. En cambio, las imágenes de María Luisa muestran a una maestra risueña, siempre rodeada de gente, firme y segura, hablando en maya o español en sus encuentros espontáneos con las personas; con ella no hubo primeros o terceros círculos de gente de confianza, siempre hubo pueblo con rostros de esperanza y de creciente valentía.
Las propuestas de ambas candidatas están claras: la de morena, presumiendo obras que realiza el gobierno federal, ofreciendo lo que ofrece Sheinbaum y dejando claro que si se reelige beneficiará a los políticos de siempre, a los que saquearon Carrillo en gobiernos anteriores.
La del PRD, profesora con larga trayectoria laboral, conocida por su arraigo, por su linaje maya, con la suficiente solvencia moral, amiga de mucha gente en colonias y comunidades, fue la única que habló de devolver la seguridad al municipio de Carrillo Puerto, que se comprometió en realizar obras y acciones necesarias y urgentes, no caprichos ni imposiciones desde fuera, a trabajar con honestidad y sacar del abandono a comunidades y colonias.
Todo estará en la balanza, la ciudadanía decidirá, solo hay que salir a votar por más de lo mismo, o por la verdadera esperanza, la verdadera transformación.