Leslie Gordillo/NOTICARIBE PENINSULAR
CANCÚN.- La ilegalidad persiste y está presente en el sector náutico y es que por lo menos 3 de cada 10 embarcaciones que prestan un servicio turístico, no cuentan con los permisos correspondientes, dejando a los usuarios en total indefensión.
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Ricardo Mulero López, director de Asociados Náuticos de Quintana Roo, dio a conocer que desafortunadamente no existe un padrón, no lo tienen ni ellos, ni las autoridades, pero saben que ha ido en crecimiento.
“Desafortunadamente no ha habido acciones contundentes que surtan en detenciones y en sanciones suficientes para que los propietarios de embarcaciones privadas se presten para estar dando servicios de turismo náutico sin contar con las autorizaciones… estimamos que puede llegar a ser hasta un 30% de la oferta total, que se llega a dar en las temporadas altas, es decir de 10 embarcaciones que se rentan posiblemente tres de ellos se estén dando con embarcaciones privadas que no cuentan con las autorizaciones”, denunció.
Con este tipo de situaciones se generan muchos riesgos, advirtió, tanto para tripulantes como para los pasajeros, debido a que al no tener esta supervisión por parte de las autoridades, no se cuenta con un certificado de seguridad marítima, que ese es un trámite obligatorio año con año que deben de llevar a cabo todas las embarcaciones que prestan un servicio, tampoco se asegura que cuenten con pólizas de seguros que cubran tanto los daños que puedan ocasionar estas embarcaciones a terceros o como los propios daños.
Competencia desleal para los náuticos
“Y genera una problemática seria en cuanto a competencia desleal, tenemos que hacer una serie de trámites, una serie de pagos que las embarcaciones privadas no, no los hacen, esto genera una competencia desleal, las empresas formales tienen que elevar sus precios para poder hacer frente a estos costos y las privadas no, entonces este esto genera otro tipo de problemática también”, comentó.
Desde hace tiempo han dialogado con capitanes de puerto y ellos han hecho ciertas acciones, incluso han tenido éxito en algunas gestiones, pero lo cierto es que no tienen personal suficiente para hacer operativos, en los que los asociados también desean participar y generar sanciones reales para que dejen de hacer esta actividad.