Pese a la importancia de la aprobación de la prórroga de la concesión en Aguakán, priva un vacío de información desde el Gobierno del estado y la Legislatura local.
Ayer, el Congreso del estado determinó dejar sin efecto la extensión anticipada de la concesión a Aguakán, que realizó en 2014 la XIV Legislatura, en segundo tramo de quinquenio de Roberto Borge.
En el decreto original, de 1993 y expedido por la VIII Legislatura, en el primer año del sexenio de Mario Villanueva, se establece una duración de 30 años, el cual se cumple este 31 de diciembre.
En 2014, con nueve años de anticipación, se determinó prorrogar la concesión hasta el 31 de diciembre de 2053.
Pero este decreto, el 2050 de la XIV Legislatura fue abrogado ayer, en una iniciativa que fue presentada de forma sorpresiva.
Sin embargo, tras esta abrogación, se desconocen los efectos de esta disposición.
La secretaria de Gobierno, Cristina Torres formuló una escueta declaración en la que sólo refirió que el asunto sería revisado.
No se sabe si habrá una requisa, si habrá una nueva prórroga, si se estatizará el servicio o habrá una nueva concesión.
Una vez más el Ejecutivo y el Legislativo vuelven a coincidir, ahora en un vacío informativo en la no tan poco relevante decisión de “cortarle” a Aguakán la concesión de servicio de agua en cuatro municipios del estado.